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Reportaje:

Las huellas del 'clan Milosevic'

El círculo de poder del ex presidente se ha desvanecido, pero sus miembros sobreviven en la nueva Yugoslavia

Jorge Marirrodriga

Durante la década en la que Slobodan Milosevic concentró en sus manos el poder sobre todos los aspectos de la vida en Yugoslavia, un amplio círculo de personas que orbitaba en torno a él se repartió numerosas parcelas de poder, desde los medios de comunicación a negocios ilegales relacionados con el contrabando de cigarrillos o gasolina. Del poderoso clan del que se rodeó Milosevic, algunas personas continúan en la vida pública, como su mujer, Mirjana Markovic, o el líder de Partido Radical Serbio (SRS), Vojislav Seselj. Otros, como su hijo Marko o el general Dragoljub Ojdanic, han desaparecido. Unos pocos han sido encarcelados y un numeroso grupo ha muerto víctima de atentados sin esclarecer. Mientras el 5 de octubre de 2000 miles de belgradenses asaltaban e incendiaban el Parlamento yugoslavo, los allegados a Milosevic reaccionaban cada uno según su carácter y circunstancias para tratar de sobrevivir en la nueva situación.

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La que permanece más tranquila, aparentemente, es la mujer de Milosevic, quien sigue al frente de la Izquierda Unida Yugoslava (JUL), partido satélite del Partido Socialista Serbio (SPS) del ex presidente. Mirjana Markovic ha seguido asistiendo a las sesiones más importantes de Parlamento e incluso interviene con vehemencia, como el pasado 27 de febrero, cuando se opuso a la amnistía que el Gobierno democrático otorgó a 26.000 hombres que desobedecieron los llamamientos a filas de Milosevic. Mirjana soportó estoica una fortísima pitada de la Cámara y continuó su discurso. Pertenecen a su partido la mayoría de los militantes que hacen guardia las 24 horas frente a la lujosa mansión que los Milosevic habitan en Belgrado, e incluso concede entrevistas en las que exige que se le paguen a su marido los atrasos de su sueldo como ex presidente.

Otro gran superviviente es el ultranacionalista Vojislav Seselj, quien fuera viceprimer ministro serbio con Milosevic en 1998 e incluso rubricó con su firma la adquisición fraudulenta de una de las mansiones del ex líder yugoslavo. Seselj era una de los halcones del Gabinete yugoslavo en cuanto a la política de represión de la minoría albanesa de Kosovo. Tras la derrota, Seselj se alejó de su socio y la separación definitiva llegó en las elecciones de septiembre de 2000, cuando presentó su propio candidato.

Desde que Kostunica llegó al poder, Seselj le ha apoyado en numerosas ocasiones y parece existir una buena relación entre ellos. Sin embargo, Seselj ha pagado un alto precio político por su asociación con Milosevic, y en las últimas elecciones celebradas en diciembre de 2000 -las primeras tras la caída del ex presidente- logró unos resultados muy pobres. También permanecen en la vida pública el presidente serbio Milan Milutinovic y el portavoz de Milosevic -y ex viceprimer ministro serbio-, Nicola Sainovic. Sin embargo, ambos están acusados de crímenes de guerra y se mantienen a la espera de lo que pueda ocurrir con el ex presidente.

En su búsqueda de indicios para poder incriminar a Milosevic, la justicia yugoslava ha conseguido detener a algunas figuras de segunda fila, como policías y funcionarios con escaso éxito a la hora de relacionar al ex líder serbio con actividades delictivas. Pero todo cambió a mediados de febrero pasado cuando el ex jefe de los servicios secretos, Rade Markovic, fue arrestado en Belgrado. 'Markovic es la clave para detener a Milosevic y no sería extraño que estuviera negociando', señala una fuente diplomática occidental.

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La parte más oscura del clan Milosevic es la relacionada con los 29 asesinatos políticos ocurridos entre 1990 y pocos meses antes del alzamiento popular de octubre pasado. Algunos de los asesinados habían denunciado la corrupción del régimen, como el editor Slavko Curuvija, asesinado en abril de 1999, pero otros muchos eran socios y amigos de la familia Milosevic que o bien estaban relacionados con negocios ilegales o, simplemente, cayeron en desgracia.

Entre ellos destaca Zerko Raznatovic, Arkan, quien se hizo millonario comandando unidades paramilitares en Bosnia y Kosovo y controlando el contrabando de petróleo. En la lista también hay ministros, generales, influyentes hombres de negocios e incluso un ex presidente de la república Ivan Stambolic, quien permanece desaparecido. A excepción del último, todos fueron asesinados con el mismo método, en emboscadas tendidas por pistoleros.

¿Dónde está Marko?

Uno de los personajes más odiados del régimen de Slobodan Milosevic es su hijo Marko. Nacido en julio de 1974, no llegó a terminar la enseñanza secundaria, pero eso no le impidió acumular una fortuna con los más variados negocios, como discotecas, emisoras de radio, panaderías, tiendas de perfumes e incluso un parque infantil. Desde octubre de 2000 está en paradero desconocido, mientras en Belgrado se disparan los rumores sobre el lugar donde puede haber encontrado refugio. Hasta ahora se le ha visto en Moscú (Rusia), Bakú (Azerbaiyán), Alma Ata (Kazajistán) y en alguna de las repúblicas bálticas. 'Marko tiene cuatro pasaportes diplomáticos y uno normal. Todos están a su nombre y puede moverse por unos 30 países', señala Tamara Skrozza, del semanario belgradense Vreme. Aficionado a conducir lujosos coches a toda velocidad por Belgrado, a dejarse ver con las exuberantes cantantes del turbo folk local -hasta su boda con una ex modelo- y a exhibir en público armas de fuego, esta semana ha sido visto en el hotel San de la ciudad rusa de Irkutsk, donde estaría protegido por la mafia rusa. 'Esos rumores están arruinando al hotel', declaró, pesarosa, en los medios yugoslavos Vera Sereskova, subdirectora del establecimiento, quien señaló que precisamente se está celebrando allí una importante negociación comercial entre rusos y japoneses. 'Bueno, mientras a Marko no se le ocurra sacar la pistola delante de los japoneses, no tiene por qué hacer daño al hotel', apuntó Ljubomir Zivkov, un conocido humorista político serbio. Marko Milosevic tiene un hijo pequeño que vive en Belgrado en casa de sus abuelos Slobodan Milosevic y Mirjana Markovic. El niño no ha viajado en todo este tiempo, pero sí Mirjana Markovic, quien recientemente estuvo en India, país al que también puede viajar Marko.

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Sobre la firma

Jorge Marirrodriga
Doctor en Comunicación por la Universidad San Pablo CEU y licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra. Tras ejercer en Italia y Bélgica en 1996 se incorporó a EL PAÍS. Ha sido enviado especial a Kosovo, Gaza, Irak y Afganistán. Entre 2004 y 2008 fue corresponsal en Buenos Aires. Desde 2014 es editorialista especializado internacional.

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