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Turismo atribuye el descenso de viajeros a ETA y al parón en toda España

La viceconsejera de Turismo, Koro Garmendia, atribuyó ayer el descenso del turismo en el País Vasco durante el año pasado a una congelación de desplazamientos en el mercado nacional y a la escalada terrorista protagonizada por ETA. Por primera vez desde 1993, el número de viajeros que se acercaron hasta Euskadi experimentó un retroceso, sobre todo en lo que se refiere a los turistas procedentes de otras comunidades españolas.

Según Garmendia, 1999 fue un año 'espectacular', por lo que mantener el nivel era muy difícil. En el año 2000 la afluencia de turistas descendió en 1,3%, a pesar de que llegaron más ciudadanos extranjeros. La evolución durante el año fue desigual. Hasta el mes de julio, las entradas, pero también las pernoctaciones, aumentaron, y fue a partir de ese momento cuando se inició una tendencia a la baja.

'Es evidente', indicó la viceconsejera, 'que la influencia del terrorismo ha tenido que ver en el descenso que se da a partir de julio y que afecta, sobre todo, a las zonas de ocio'. Sin embargo, Garmendia relativizó esta circunstancia al recordar que en otras comunidades autónomas como Navarra, Cantabria y Galicia disminuyó el número de visitantes de una manera más acusada que en Euskadi, entre un 10% y un 12%. 'El parón en el mercado interno español ha afectado a todas las comunidades', añadió.

Oferta para Fitur

La viceconsejera presentó ayer la oferta turística que llevará el País Vasco Feria Internacional de Turismo (Fitur), que se celebra en Madrid desde mañana hasta el cuatro de febrero. La catedral gótica de Santa María de Vitoria, visitada por más de 100.000 personas durante su proceso de restauración, y el recientemente inaugurado museo de Chillida-leku, en Hernani, serán dos de los reclamos más publicitados por la delegación vasca, junto al Museo Guggenheim, que desde su inauuguración se ha convertido en la referencia turística de la comunidad autónoma.

El objetivo, una vez más, será potenciar el turismo de ocio, ya que Euskadi se nutre, sobre todo, del otro tipo de turismo, el de negocio. 'Se trata de combinar un producto que combine recorridos culturales, ecológicos, gastronómicos y culturales', destacó la viceconsejera.

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La estancia media de los viajerso, que no llega a los dos días, es otro de los puntos débiles de la oferta vasca. Según Garmendia, 'hay que conseguir retener a los turistas por más tiempo. Además de promocionar fines de semana, las empresas del sector tienen que intentar ofertar paquetes de varios días que conjuguen todos los atractivos que existen en Euskadi'.

La caseta del País Vasco dedicará un espacio exterior a los productos agroalimentarios con label de calidad, aunque el tradicoional chuletón no podrá aportar su valor añadido después de que la Unión Europea haya prohibido su venta.

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