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La Cámara de Comercio compra un edificio sin informar a la mayoría de su dirección

La búsqueda de una nueva sede para la Cámara de Comercio bilbaína, la entidad que se dedica a asesorar a las empresas y agrupa a 65.000 empresarios vizcaínos, vuelve a crear polémica. El pasado año, intentó recalificar los terrenos de su actual inmueble, en Alameda de Rekalde, para costear su traslado a un solar adyacente. Estas gestiones coincidieron en el tiempo con el pago de una indemnización de 100 millones de pesetas al ex alcalde biñbnaíno y líder de Iniciativa Ciudadana Vasca (ICV) José María Gorordo por su despido del organismo en 1997. La oposición vinculó ambos hechos y rechazó de plano la operación.

Los deseos de la Cámara quedaron frustrados definitivamente en septiembre pasado, cuando el Ayuntamiento firmó un convenio con el Gobierno vasco por el que permutaba el solar que quería la entidad empresarial.

Los máximos responsables de la Cámara de Comercio han culminado sus gestiones para contar con una nueva sede al adquirir un inmueble en plena Gran Vía, propiedad del BBVA, operación que ayer adelantó el diario El Mundo. Según las fuentes consultadas, la operación ha sido realizada por el presidente de la Cámara, Ignacio Echeberria, y sus dos vicepresidentes, sin informar a los otros siete vocales que conforman el comité ejecutivo. En cambio, Laskurain, que no forma parte de la ejecutiva, sí conocía la compra.

El nuevo edificio no cumple el fin por el que la institución busca otro inmueble: disfrutar de mayor espacio. En su sede actual, la Cámara ocupa unos 5.000 metros cuadrados distribuidos en cuatro plantas, mientras que el inmueble de Gran Vía ofrece sólo 2.000 metros cuadrados. La intención de los máximos responsables de la entidad es que este edificio acoja sólo los servicios a los empresas, mientras que en el actual permanecerían los servicios internos o institucionales, incorporando las aulas de las Escuelas Superiores de la Cámara.

Entre los empleados de la entidad ha causado extrañeza esta pretensión, así como la celeridad de la operación y la fuerte inversión, a la que se debe añadir el coste de las obras de adecuación del nuevo inmueble. Laskurain ha argumentado que es un edificio provisional y que se ha tenido en cuenta su revalorización en los próximos años, según las mismas fuentes.

Echeberria eludió comentar ayer la compra y se remitió al pleno del martes, que debe ratificar la operación. 'Primero quiere informar al pleno y explicarles todo', dijo un portavoz oficial.

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