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Encierro en el instituto

La Asociación de Padres de Alumnos (APA) del Instituto de Secundaria de San Fernando, sito a 500 metros del nuevo reformatorio El Pinar, tiene previsto iniciar esta noche un encierro en protesta por la apertura de este centro, que consideran 'una cárcel de jóvenes', en un recinto de usos educativos como la Ciudad Escolar de San Fernando. Temen que el reformatorio genere inseguridad en su entorno, frecuentado por los 800 alumnos del instituto y los chavales internos en dos residencias.

Juana Carretón, presidenta de la APA, explica: 'Defendemos el derecho de nuestros hijos a venir a estudiar sin miedo, porque tememos lo que pueda ocurrir alrededor del reformatorio, que, aunque cerrado, tendrá visitas'. 'Todos somos conscientes de los trapicheos de una cárcel y sus alrededores', declaró Carretón a Europa Press. Pero agregó: 'Nuestro enemigo no son los chavales, sino la Administración que ha puesto una cárcel en un recinto con un proyecto educativo'.

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Ayer, 200 alumnos del instituto, acompañados de miembros del APA y profesores, se concentraron a la entrada de la Ciudad Escolar para recibir a diputados del PSOE e IU que visitaron el recinto. En sus pancartas se leía: 'Queremos estudiar sin miedo'. A la llegada de los parlamentarios, los menores coreaban: 'Por culpa de los presos no vamos a estudiar'.

Los padres insisten en que la apertura del nuevo reformatorio 'rompe' el proyecto educativo del instituto y limita su futuro. Temen que por miedo haya padres que se lleven a sus hijos del centro y, además, han visto truncados sus deseos de contar en fechas próximas con el primer ciclo de la Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO), del que carecen.

Carretón explica que la Consejería de Educación les había prometido abrir aulas de primer ciclo de la ESO en un pabellón cercano al instituto. Pero a dicho pabellón han sido trasladados los 40 menores desamparados que, hasta el 2 de enero, vivían en el edificio que ahora ocupa el reformatorio. Los alumnos del instituto tuvieron el año pasado algún problema de agresiones y robos con chicos de esta residencia, que entonces quedaba más alejada de su centro. Ahora, al estar sólo a una decena de metros, temen que aumenten los encontronazos.

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'Que no se diga que somos insolidarios', concluye Carretón, y recuerda que la Ciudad Escolar ha albergado a refugiados kosovares y un campamento de inmigrantes rumanos.

La directora del Instituto Madrileño del Menor y la Familia (IMMF), Esperanza García, niega que el reformatorio vaya a provocar inseguridad. 'En Carabanchel tenemos otros dos centros de reforma, El Madroño y Renasco, rodeados de institutos y aulas de formación, y nunca ha sucedido nada', afirma.

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