Josep Benet lega a la Generalitat su fondo bibliográfico y documental
El historiador y ex senador Josep Benet y su esposa, Florència Ventura, han legado a la Generalitat el importante fondo bibliográfico y documental de su propiedad, así como la producción intelectual de Benet. En compensación, el Departamento de Cultura le otorgará una renta vitalicia cuya cuantía no se ha dado a conocer. Este acuerdo fue aprobado el miércoles por el Consell Executiu, que también autorizó el cese de Josep Benet como director del Centro de Historia Contemporánea de Cataluña.
El historiador, de 80 años y natural de Cervera, dejará a petición propia el citado cargo, que ocupaba desde 1985, el próximo 1 de enero. Para sustituirlo, el Gobierno catalán -a propuesta de los consejeros de la Presidencia y de Cultura, Joaquim Triadú y Jordi Vilajoana, respectivamente- acordó designar a Albert Manent, que acumulará provisionalmente las funciones de asesor de la Presidencia de la Generalitat para asuntos de carácter histórico y cultural, y las de director del Centro de Historia Contemporánea de Cataluña.El fondo bibliográfico, hemerográfico y documental cedido por Benet a la Generalitat, relacionado y valorado por el Archivo Nacional de Cataluña, contiene unos 7.700 volúmenes, valiosas publicaciones de los siglos XIX y XX. En cuanto a los documentos, han estado ordenados en 116 conjuntos, la mayoría de ellos aportaciones relevantes referidas a las actividades políticas y culturales durante la dictadura franquista.
Entre los documentos cedidos hay papeles sobre la Comisión Abat Oliva (años cuarenta); la revista Germinabit (1949-1963), que dirigió el propio Benet entre 1957 y 1962; manifiestos en defensa de la lengua catalana y acerca de las campañas por el caso Galinsoga y el caso Agustí (1945-1959); documentación y correspondencia de Edicions Catalanes de París, fundada por el historiador, y varios archivos sobre acontecimientos significativos de la actividad de la oposición democrática, como la campaña Volem bisbes catalans, la caputxinada y la detención de un centenar de miembros de la Assemblea de Catalunya (1973). También incluye documentación sobre determinadas empresas, como Estudis i Investigacions, SA (EISA), creada por profesores expulsados de la universidad, Carles Ferrer Salat, Jordi Pujol y el propio Benet, entre otros.
