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'No comment'

La pregunta clave a quienes podían desvelar el misterio no ha encontrado respuesta. ¿Hasta qué punto Eva Sannum ha empezado ya a recibir algún tipo de ayuda, de consejo, de guía, para navegar por un territorio tan complicado como el suyo? La única respuesta es que, en los últimos meses, quienes la siguen de cerca han apreciado un cambio de actitud en su relación con los periodistas que la acosan. "Se ha vuelto más profesional, ha aprendido a sonreír y decir no comment con elegancia. Al principio hablaba con la prensa, aunque fuera poco; ahora ha cerrado todas las puertas, pero con mucha naturalidad, sin ninguna agresividad", asegura Ole Bjørnar Loe Welde del diario Dagbladet, que sigue de cerca sus pasos. Su padre, Bjørn, que en los primeros momentos hizo algunas declaraciones a la prensa, ya no habla, ni tampoco su hermana o sus amigos, ni siquiera su agente.

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Mucha gente en Oslo ha visto a Haakon y Mette-Marit recorrer la corta distancia que separa su modesto apartamento -sin vigilancia de ningún tipo- del centro de la ciudad para visitar a Eva en el suyo. Y viceversa. Cuando sale, Eva lo hace con su grupo de amigos más fieles. Van a cenar al barrio de Grünerløkka, el centro de la bohemia local, al igual que Haakon y su prometida.

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