Hombres para gitanos, mayores para seropositivos
En algunas ONG el prototipo del trabajador se aparta llamativamente del perfil de voluntario general. Así, por ejemplo, en contra del modelo femenino que impera en la mayoría de las organizaciones, las que se dedican al colectivo gitano emplean en un 65,7% a hombres, según el libro Empleo y trabajo voluntario de las ONG de acción social de la Fundación Tomillo y el Ministerio de Asuntos Sociales. Más del 62% de estos trabajadores ha cursado FP, EGB o no tienen estudios, frente al 23% con estudios superiores. Los trabajadores remunerados son mayoría entre quienes se dedican a drogodependientes y emigrantes. También son muy numerosos (más del 40%) entre quienes se dedican a mujeres y gitanos. En el extremo opuesto, las organizaciones dedicadas a la atención de personas con sida sólo tienen un 4,5% de asalariados (frente al 18% de la media).
Por edades, los menores de 25 años son mayoritarios, precisamente, en las ONG que se dedican a la promoción del voluntariado. Donde más personas mayores de 65 años hay es en las asociaciones y fundaciones dedicadas a los enfermos de sida (el 9,3%). También en estas organizaciones es donde el porcentaje de personas con estudios superiores es mayor (el 75%), aunque el informe advierte de que los resultados de los grupos dedicados a la atención de seropositivos pueden estar alterados por ser formaciones muy recientes y poco numerosas.
