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Ovejero y Gamboa difunden "una cantidad enorme de vida" en Sevilla

"Son dos libros en los que hay una cantidad enorme de vida", explicó ayer la periodista María Esperanza Sánchez para definir las obras que presentaba en la librería Antonio Machado, en Sevilla. Qué raros son los hombres, de José Ovejero, y Vida feliz de un joven llamado Esteban, de Santiago Gamboa, son dos obras tan repletas de soledad, deseo y disparate como la vida misma. Ovejero (Madrid, 1958) y Gamboa (Bogotá, 1965) estuvieron también en la librería para hablar de sus obras, que ha publicado Ediciones B.

Los dos escritores y la periodista entablaron un coloquio ante varias decenas de personas. "Qué raros son los hombres es una de esas cosas que hemos pensado siempre las mujeres", comentó María Esperanza Sánchez. "Es una de esas frases que he oído siempre en boca de mujeres", abundó Ovejero. María Esperanza Sánchez destacó la "incapacidad para acercarse al otro" que caracteriza a los personajes de Ovejero. "Hay una incapacidad absoluta para darse, para abrirse... A las personas no se les ha educado para la felicidad", dijo la periodista."Es verdad. Se nos educa para desempeñar un papel. Y da igual si eres feliz o no. Por lo menos, a las mujeres les estaba permitido expresar sus sentimientos. A los hombres ese ámbito de los sentimientos les estaba vedado", comentó el escritor madrileño. Con todo, Ovejero matizó que las cosas no han cambiado tanto y que aunque las mujeres proclaman que les gustan los hombres tiernos y sensibles, muchas de ellas "quieren a ese hombre fuerte" de la sociedad tradicional.

Ovejero habló de los "miedos inconfesables". "Hay deseos que tememos comunicar, que nos alejan de los otros y que, al final, nos impiden vivir. Y eso engendra monstruos", zanjó el escritor madrileño. María Esperanza Sánchez señaló que los relatos de Qué raros son los hombres "hablan fundamentalmente de la soledad". "Son historias de soledad, pero también de deseo. De un deseo que se queda sin satisfacer", agregó Ovejero.

María Esperanza Sánchez destacó la abundancia de historias que tejen la novela de Gamboa. "La vida de su protagonista no sería vida sin las mil historias a las que asiste", indicó la periodista. "Lo más interesante de la vida de cada uno está en esas personas" que han pasado por su existencia, resumió Gamboa.

"Una vida en el aislamiento no sería vida. Las de mi novela son vidas sencillas. No hay grandes historias de heroísmo ni grandes dramas. Son esas vidas sencillas que son las de todos nosotros", dijo el escritor colombiano. Pero cuando esas vidas, en apariencia rutinarias, se miran un poco más de cerca, estallan las "tormentas".

Gamboa hizo referencia a la violencia que salpica de sangre su país. El escritor de Bogotá resaltó cómo la cultura es un dique contra la brutalidad. "La cultura es una forma de oponerse a la violencia", arguyó para justificar la actual floración de escritores, pintores y músicos en Colombia.

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