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1.000 drogadictos que toman metadona en su casa viven con sus hijos

Urra averigua si hay control de los menores

Unos mil drogadictos que siguen un programa de deshabituación con metadona conviven con sus hijos, según el gerente de la Agencia Antidroga, José Cabrera. Considera que "no se puede criminalizar a estas personas" ni retirarles la custodia de los chicos por el riesgo de que alguno de ellos pueda beber esta sustancia, como ocurrió el pasado 11 de octubre en San Blas, donde murió un niño de 12 años. Sin embargo, el pasado día 1 falleció en Murcia una niña de dos años en similares circunstancias.

La muerte de Israel por la ingestión de un cóctel de fármacos y metadona que le suministró su madre, Ana M. T., para aplacarle un persistente dolor de muelas hizo que el defensor del Menor, Javier Urra, se dirigiera al director de la Agencia Antidroga para saber cuántos niños conviven con padres drogadictos que toman metadona para desengancharse de la heroína.En la carta enviada a Urra hace unos días, Cabrera explica que la Agencia Antidroga atendió durante el año pasado a 14.651 toxicómanos, entre los cuales había 5.392 que son padres. Sin embargo, no todos ellos conviven con sus hijos, sino que solamente ocurre eso en 2.012 casos, según la información facilitada a la Agencia por los propios drogadictos.

Alrededor de la mitad de los 2.012 hombres y mujeres que tienen hijos a su cargo están adscritos a programas de desintoxicación con metadona, que suelen tomar en sus casas. Según Cabrera, entre el 60% y el 70% de estas 1.000 personas son padres o madres de hijos menores de edad.

La metadona, descubierta por científicos alemanes durante la II Guerra Mundial, es un opiáceo sintético que se emplea para tratar de eliminar los riesgos tóxicos de la morfina y la heroína. Esta sustancia, que puede presentarse en forma de tabletas y de líquido con sabor amargo, se emplea en España en tratamientos de deshabituacion tras su regulación jurídica por Sanidad en 1985.

Los efectos secundarios de la metadona son aturdimiento, mareos, náuseas, sequedad de boca y, en casos extremos de sobredosis, puede propiciar fallos circulatorios, coma profundo y la muerte por parada respiratoria.

Tras el fallecimiento del pequeño Israel en un piso de la calle de los Hermanos García Noblejas, en el barrio de San Blas, el Defensor del Menor interpeló a la Agencia Antidroga sobre cuántos niños conviven con padres que toman metadona en sus domicilios. Ahora, tras recibir la respuesta, Javier Urra ha enviado un escrito a Esperanza García García, responsable del Instituto Madrileño del Menor y la Familia (IMMF), según ha informado Urra.

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El Defensor del Menor ha declarado a EL PAÍS que se da por satisfecho con la contestación que le ha dado la Agencia Antidroga, pero que ahora pretende averiguar qué información tiene el IMMF sobre estos niños. "Me preocupa saber si esos miles de chavales están controlados y qué tipo de seguimiento hace el instituto sobre la situación en que conviven esos chiquillos con sus padres o sus madres", explica el defensor del Menor.

"Me he documentado y he consultado con varios expertos internacionales", agrega Urra, "y creo que puedo afirmar que la metadona es una sustancia de verdadero riesgo para los niños" en caso de que la tomen por descuido o bien se la suministren sus progenitores como ocurrió en San Blas. "No se puede impedir de forma generalizada que los niños convivan con padres toxicómanos, ¿pero el IMMF hace un seguimiento regular y constante de estos casos?", se pregunta.

El director de la Agencia Antidroga coincide en que "no se puede criminalizar estas personas", y además argumenta que tanto o mayor riesgo potencial es el que tienen los hijos de los 80.000 madrileños- en su mayoría mujeres- que toman habitualmente antidepresivos en sus domicilios sin ningún control o con escasísimo control. "Y, puestos a llevar las cosas al límite", añade Cabrera, "¿no es un peligro la lejía o el amoniaco que hay en cualquier vivienda?".

La muerte de una niña

Cristina, una niña de dos años, falleció el pasado miércoles tras beber de la metadona que utilizaba un pariente heroinómano que sigue un programa de deshabituación, según todos los indicios, informa Antonio D. Aguilar.El fatal accidente ocurrió el pasado martes en la vivienda de los abuelos maternos de la chiquilla, en El Palmar (Murcia). Al regresar a su ca-sa de Alcantarilla, Cristina vomitó y, a la mañana siguiente fue hallada muerta. Su hermano Francisco, de cuatro años, también resultó intoxicado, aunque está fuera de peligro.

En la vivienda de los abuelos coincidieron con R. T., de 24 años, novio de una sobrina de la madre de los menores, y en tratamiento de deshabituación a la heroína. En un descuido, los pequeños bebieron de un frasco con metadona.

El juez Alfon-so Alcaraz decre-tó ayer el ingreso en prisión del joven. Mientras, José Luis Mazón y Nani Martínez Segado, abogados de los padres de la niña, estudian pedir responsabilidades a Sanidad.

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