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Bossano culpa a la desidia del Gobierno de que el submarino siga en Gibraltar

El veterano líder político y ex mandatario gibraltareño, Joe Bossano, considera que la falta de determinación del Gobierno español ha sido decisiva para que las autoridades militares del Reino Unido decidieran reparar la avería del circuito de refrigeración primario del reactor nuclear del submarino Tireless en los muelles de Gibraltar. Joe Bossano aseguró ayer que es imposible que el 19 de mayo el submarino averiado atracara en el puerto del Peñón sin el conocimiento de las autoridades españolas.

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"Probablemente los británicos lo que querían era realizar los trabajos urgentes para trasladar el Tireless hasta Devonport, pero como el Gobierno español no dijo nada en ningún momento, pues lo han dejado aquí", afirmó ayer a este periódico Bossano, que apela a su experiencia de ocho años como ministro principal del Peñón, durante los que mantuvo relaciones llenas de altibajos con los Ejecutivos español y británico.El político socialista considera que toda la responsabilidad de lo que pueda suceder es del Gobierno británico. "Independientemente de si el riesgo es alto o bajo, lo que queremos es que el submarino se vaya, ya que la propia ley británica establece que tan sólo puede haber submarinos nucleares atracados en Gibraltar durante 55 días en total en un año y cada uno debe de estar un máximo de cinco días. Los británicos aseguran ahora que al estar el reactor del Tireless frío existe menos riesgo, pero aún así ya lleva demasiados días y parece que todavía estará muchos más", apuntó Bossano.

Por su parte, el ministro principal, el socialdemócrata Peter Caruana, dijo ayer que el próximo lunes dará a conocer la posición de su Gobierno sobre la reparación del Tireless, una vez que hayan analizado las posturas de los Ejecutivos español y británico, hechas públicas ayer por sus respectivos mandatarios en Madrid. Caruana fue en su momento el único que le plantó cara a las autoridades británicas con respecto al submarino averiado. De hecho, mientras el Gobierno español se daba por satisfecho con las explicaciones de los militares británicos, Gibraltar encargó un informe propio a expertos independientes antes de dar el visto bueno al inicio de los trabajos, en septiembre pasado. Precisamente, esos mismos expertos volvieron a la Roca el pasado fin de semana, después de que la Royal Navy admitiera que la avería era mayor de lo previsto y ordenara a 11 sumergibles de las clases Trafalgar (la del Tireless) y Swiftsure regresar inmediatamente a puerto para su revisión.

Caruana tiene en su poder una primera aproximación de los expertos a la nueva situación desde el pasado miércoles. Sin embargo, ni los propios británicos saben aún con certeza el procedimiento que van a seguir en las reparaciones.

Un factor de tremenda importancia es la pérdida de credibilidad que podría sufrir la industria aeronaval británica si se prueba que se han calculado mal los efectos de la fatiga de los materiales en los reactores diseñados por Rolls Royce.

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