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Ser mayores para competir en Europa

JAVIER ELORRIAGA El transporte internacional de mercancías por carretera en España ofrece actualmente un buen servicio para los clientes del Estado homologable al ofrecido por los grandes del transporte europeo, atendiendo en general todas las necesidades de destino que exige la exportación española. En la práctica, coexisten y compiten en nuestro país transportistas de toda Europa, asumiendo progresivamente el sector los cada vez más fuertes requerimientos derivados de flujos mas rápidos de mercancías, especialización geográfica de plantas,...

Sin embargo, la empresa española debe ser también competitiva en Europa y en este ámbito su principal limitación es la imposibilidad de ofrecer al cliente europeo una amplia gama de destinos de forma que el único destino ofrecido al resto de Europa por nuestras flotas es España y Portugal frente a la oferta paneuropea de nuestros grandes competidores.

Las empresas usuarias de transporte perciben la cadena logística como una importante vía de reducción de costes, generando una fuerte presión sobre los precios y en definitiva una reducción de márgenes. La tendencia actual europea, en el ámbito logístico, apunta claramente hacia la externalización de la función y la drástica reducción de proveedores de transporte. En este sentido, la actividad del transporte internacional demanda empresas con flotas de una dimensión importante y con un valor añadido logístico mas allá del mero transporte de la mercancía para ser competitivos en Europa. Piénsese que en España se considera grande una flota de 200 o 300 camiones frente a las grandes flotas europeas de 3.000 o 4.000 unidades.

En este marco, y para desarrollar su potencial sectorial, las empresas de transporte de mercancías por carretera debemos aprovechar el fuerte proceso de internacionalización que vive la UE, hemos de beneficiarnos de la positiva estructura de la balanza comercial española y debemos aprovechar las oportunidades que ofrece el que las exigencias de servicio paneuropeo que presentan los grandes grupos empresariales exigen de transportes acordes.

Ante esta situación, la empresa española de transporte internacional debe redimensionarse, ha de implantarse en Europa ampliando la gama de destinos ofertados e integrando un mayor valor añadido logístico y debe asumir la puesta en marcha de cambios operativos. Entre éstos últimos, es necesario destacar la importancia que tiene hoy en día la deslocalización de flotas y de conductores, a través, fundamentalmente, de bases de tráfico y conductores en sus ámbitos geográficos de actuación, como vía de incremento de la productividad.

Finalmente, los procesos de concentración de las empresas de transporte son, cada vez más, una necesidad que hay que abordar mediante acuerdos logísticos y comerciales, alianzas estratégicas, adquisiciones o fusiones.

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Javier Elorriaga es consejero-director general de Transportes Internacionales San José.

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