Fieles herramientas del campo
Es cierto, no hay bolets, pero una salidad al campo puede tener otras gratificaciones. Culturales, por ejemplo.La exposición que actualmente, hasta el 23 de octubre, acoge el Centre d'Informació del Parc Natural del Montseny en El Brull (Sala Mn. Josep Coma -Antiga Rectoria-, plaza de la Eglésia, s/n), tiene el interés y el encanto de un viaje en el tiempo. Eines del camp del Brull reúne antiguas herramientas agrícolas y otros objetos de la vida campesina: unas para desarrollar las faenas específicas del campo; otros, complementarios de la vida rural; todos, compañía indispensable en el mas.
La colección, de cerca de 300 herramientas, ha podido reunirse gracias a la colaboración de particulares que conservaron las viejas piezas, piezas que, se recuerda en la exposición, "generación tras generación han formado parte de la vida del campesino, de sus alegrías y también, a menudo, de sus penas".
La población de El Brull, con un total de 250 habitantes, respondió como un solo hombre a la propuesta de aportar material, dicen los organizadores. Herramientas para cultuvar la tierra, para trabajar en el bosque, para cuidar el rebaño..., herramientas del carbonero, del campesino, del leñador, del pastor..., herramientas para hacer pan o matar al cerdo... Todas se acumulan en la pequeña sala de exposiciones transmitiendo, más allá de la pura información etnológica, la emoción que deriva de su pátina de tiempo y esfuerzo. Junto a las herramientas, también se muestran algunas fotografías antiguas que ilustran su manejo.
