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Díez asume la presidencia el PP de Valencia con el voto de castigo del 24% de los delegados

José Díez, ex presidente de la Diputación de Valencia y diputado autonómico, asumió ayer la presidencia del PP en la provincia de Valencia con el apoyo del 70% de los delegados al congreso. Pero el verdadero protagonista de la jornada fue Joaquín Corredor, concejal de la Pobla de Farnals, que presentó una lista alternativa y logró aglutinar el descontento de buen número de militantes populares defraudados por la distancia que sienten hacia la dirección regional del partido. La candidatura de Corredor logró el apoyo de un 24% de los delegados.

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"¿Qué puedo perder?". Corredor, considerado un representante de la vieja guardia del PP, anunció hace semanas que optaría a la presidencia provincial de Valencia al margen de los deseos de la cúpula regional del partido y quebró la sospechosa unanimidad que suele imperar en los congresos del partido. Hasta última hora de la mañana de ayer, representantes de la ejecutiva regional intentaron que retirara su candidatura, pero Corredor apostó por la coherencia personal y rechazó todas las ofertas.Su rival, José Díez, fue proclamado candidato hace apenas cuatro días y recibió el apoyo de todos los cargos públicos de relevancia en el partido.

Corredor sumó apenas 62 avales de los 1.890 compromisarios acreditados en el congreso provincial y defendió su candidatura sin morderse la lengua: "No hay participación democrática dentro del partido"; "Los militantes somos peones de brega y sólo se acuerdan de nosotros cuando llegan los periodos electorales"; "Nos tienen en el más completo olvido"; "Hay muchos concejales y alcaldes decepcionados con el partido"; "Quiero que nadie tenga miedo de firmar avales a cualquier militante que ejerza su derecho democrático a presentarse a cargos de responsabilidad, eso no se puede consentir en un partido democrático".

Su discurso logró arrancar varios aplausos, pero el más caluroso se produjo cuando Corredor explicó por qué se sentía en inferioridad de condiciones frente a Díez: "Es vergonzoso que todos los cargos públicos del partido apoyen una candidatura presentada desde la cúpula. Yo no presentó la lista de la junta directiva provincial, quiero que vosotros me digáis quién queréis que esté en la junta diretiva".

Las llamadas a la participación democrática, a la elección de los diputados provinciales desde las bases y a salvar las presiones desde la dirección de la organización calaron entre los delegados al congreso. Corredor sumó 381 votos sobre un total de 1.530, un nada desdeñable 24,6%.

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La prueba más evidente del malestar que provocó la insistencia de Corredor en defender su opción fue el número de avales que cosechó Díez. El candidato designado por Eduardo Zaplana, presidente regional, presentó 1.511 avales a la mesa del congreso.

Sin embargo, sólo cosechó 1.071 votos. El celo de la organización provincial a la hora de cosechar avales para Díez fue tal que la suma de los apoyos previos de cada candidato superó los votos emitidos.

El nuevo presidente hizo un breve discurso de agradecimiento, expresó su respeto hacia Corredor y celebró el resultado del congreso como un ejercicio de "militancia compartida".

Y a mal tiempo buena cara. Rita Barberá, como anfitriona; Zaplana, como presidente regional; y Javier Arenas, como secretario general de ámbito estatal, aprovecharon la opción entre dos candidaturas alternativas para subrayar el carácter democrático de la organización.

"Aquí no hay recelos, no hay entresijo, hay mutua confianza y libertad", dijo Barberá. "Aquí hay democracia, participación, se vota y se elije", siguió Zaplana, "pero sobre todo, somos una gran familia". "Dos listas no son un problema, no suponen división ni un problema de liderazgo", cerró Arenas, "Corredor y su equipo seguirán teniendo un papel en el partido".

Sin embargo, Zaplana no pudo dejar de sacarse en público la espina que le supuso el voto de castigo a la candidatura oficial, que se nutrió en buena medida de históricos militantes que se consideran desplazados. "En el Ejército dicen que la antigüedad es un grado", dijo, "aquí se agradece, pero no supone ningún privilegio".

Hoy, Manuel Ortuño, diputado autonómico y responsable del PP en Elche, puede dar un nuevo susto al candidato oficial a la presidencia provincial del partido en Alicante, Julio de España, presidente de la Diputación provincial, que opta a la reelección. Ortuño también aspira a aglutinar el descontento y parte con más ventajas que Corredor en Valencia.

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