La policía francesa detiene a cuatro presuntos etarras y descubre un taller de falsificación

La policía francesa continuó ayer acosando a ETA en el sur del país con la detención de cuatro presuntos activistas y el hallazgo de un taller de falsificación de documentos. Fuentes de la lucha antiterrorista creen que, tras esta operación, está casi desmantelado el aparato logístico de la banda. Iñaki Santesteban, Einstein, conocido como el "ingeniero" de ETA, Ángel Pikabea, Atxuri, Jesús María Zabala, Esmeril, y José Luis Turrillas, Petuto, presunto responsable del aparato logístico, son los terroristas capturados. Agurtzane Delgado Iriondo, que se hallaba en Bayona junto a Zabala, logró fugarse.

Otras cuatro personas más también fueron detenidas. Aunque no trascendió su identidad, sí se sabe que al menos una de ellas era la mujer de Jesús María Zabala Muguira. La operación, llevada a cabo por las Renseignements Genereaux en colaboración con la Guardia Civil, se produce sólo 24 horas después de la captura de Ignacio Gracia Arregi, Iñaki de Rentería, presunto jefe militar de ETA.En Anglet, cayó en manos de la policía José Luis Turrillas Aranceta, Petuto. Este terrorista fue situado a mediados de los años ochenta como uno de los miembros del comando Madrid. La policía sospecha que durante años residió en México y que ahora era el responsable del aparato de logística.

En Sare, pequeño pueblo cercano a la frontera española, fueron detenidos Pikabea Ugalde, nacido en Hernani en 1957, y Santesteban Goikoetxea. El primero es hermano de dos históricos etarras Pedro José, Depa, y Rosario, Errota, y está reclamado por la Audiencia Nacional por al menos un asesinato. Al parecer, se encargaba ahora de pasar material -explosivos e incluso coches bomba- a través de la frontera.

Santesteban, natural de Pamplona y de 37 años, también está reclamado por la Audiencia por varios delitos. Einstein es, según fuentes policiales, el terrorista que custodiaba un depósito de armas en Ciboure (sur de Francia) que fue descubierto en mayo de 1999. El etarra logró entonces fugarse.

Jesús María Zabala Muguira, nacido en Lekeitio en 1958, perteneció al comando Nafarroa y huyó a Francia en 1983. Fuentes policiales señalan que Zabala, detenido en Bayona, se encargaba en estos momentos de la fabricación de componentes para la elaboración de bombas.

La supuesta etarra Agurtzane Delgado Iriondo, que se hallaba junto a Esmeril, logró escapar de la policía. Y los agentes llegaron tarde a una vivienda que acababan de abandonar algunos activistas, aunque hallaron un taller para falsificación de documentos.

Por su parte, Iñaki de Rentería pasó el día de ayer en las dependencias de la policía antiterrorista de París, a donde fue trasladado en la madrugada de ayer, tras su detención en la vivienda donde residía en Bidart. La policía francesa investiga el contenido de un ordenador incautado al terrorista.

En un local próximo al lugar de la detención, los agentes encontraron un arma corta del calibre de nueve milímetros, documentación falsa a nombre de personas españolas y francesas y dos vehículos robados. Nada se sabe del contenido del ordenador que también se le ocupó. Iñaki de Rentería, de 45 años, no intentó resistirse a la detención, lo cual hizo técnicamente sencilla la operación, desencadenada por la División Nacional Antiterrorista y el grupo de intervención de la Policía Nacional francesa.

El inmueble en el que se produjo el arresto ha permanecido bajo control del servicio de información francés durante varios meses. El apartamento, situado en una casa de dos alturas, pertenece a la familia de Fabianne Tapia, de 35 años, mujer del terrorista, que también ha sido detenida. La operación policial no parece, por tanto, fruto de una operación de última hora ni de un golpe de fortuna, sino la consecuencia de una decisión de los Gobiernos de España y Francia.

Al margen del grado de responsabilidad que el detenido pueda tener en ETA, existían contra él cinco órdenes judiciales de busca y captura. Las cuatro primeras procedían de la justicia española, una de ellas por su presunta instigación de un atentado frustrado contra el rey Juan Carlos. La quinta era francesa: fue dictada en 1997 por la juez antiterrorista Laurence le Vert, tras una condena en ausencia a cinco años de prisión por asociación de malhechores.

Daniel Vaillant, nuevo ministro francés del Interior, se apresuró el viernes a felicitar a su policía por el éxito alcanzado. Un gesto difundido discretamente ante la opinión pública francesa, pero muy claro para las autoridades españolas, que ven disiparse los recelos causados por la dimisión del anterior responsable del Interior, Jean Pierre Chevènement, cuya colaboración con España en materia antiterrorista siempre fue nítida.