La pregunta

El que los Gobiernos del PP hayan sido de centro derecha inspiraba confianza en las gentes con respecto a la lucha contra ETA, convencidas de que en España, y en esta galaxia, el orden casi siempre ha sido de centro derecha y las fuerzas destinadas a garantizarlo también, también siempre han sido de centro derecha o de derecha, sin cumplidos. Durante más de cuatro años de Gobierno popular nadie podrá decir que el partido gobernante ha conseguido que la cuestión vasca esté peor que hace cinco años; pero está peor, vaya si lo está, y sin duda la causa de que esté peor se debe en primera instancia a ETA y luego, como tanto insisten Mayor Oreja y el propio Aznar, al PNV por celestinear en Lizarra. Una vez delimitadas las culpabilidades, deberíamos plantearnos qué ha hecho el Gobierno del PP para contrarrestar la malignidad de ETA y el PNV, es decir, qué ha hecho para que las fuerzas del mal no triunfaran y consiguieran instalarnos en este marasmo. Se necesita una pronta respuesta para que no cunda el pesimismo histórico o el metafísico y las buenas gentes del lugar lleguen a la conclusión de que el Mal es más fuerte que el Bien, es el Ser de una existencia que día a día garantizamos devorando a otro ser vivo mejor o peor cocinado.El propio Mayor Oreja ha planteado un problema que no tiene solución desde nuestro nivel de conocimiento peatonal de la historia. El señor ministro nunca se fió de la tregua de ETA, pero ahora dice que gracias a esa tregua ETA cambió su sistema de comunicación interior y ahora se mueve con mucha más soltura. Si el señor ministro no se fió nunca de esta tregua, lo demostró fehacientemente. ¿Cómo es posible que ETA cambiara sus correos sin que se enterara Mayor Oreja? No es una crítica, es una angustia. Tras la dramática y mal declamada diatriba última del jefe de Gobierno retransmitida por TVE, expresión misma del quejío gubernamental y de la carencia de cintura política ante el problema vasco, está visto que la tesis del PP sólo conduce a elecciones autonómicas anticipadas y a quitarle al PNV la mayoría relativa. No hay ni una idea política nueva y se busca una fácil comunión de agraviados por la barbarie terrorista que evite la pregunta elemental: ¿lo está haciendo bien el Gobierno?