Valió la pena
Yo fui uno de los más de dos millones de jóvenes que asistimos a las Jornadas Mundiales de la Juventud en Roma. Fue una experiencia inolvidable. Pese al calor sofocante y a las incomodidades varias, valió la pena, tanto desde el punto de vista religioso como humano (evidentemente, también fuimos a pasárnoslo en grande).Creo importante destacar que hoy en día la religión es la idea que más jóvenes congrega en el mundo. Ello no se contradice con el hecho de que la mayoría de jóvenes pasa no sólo de religión, sino de cualquier idea que implique compromiso. Es decir, somos la minoría más importante. Ha sido el Papa actual quien nos ha convocado. Él nos habló claro (por ejemplo, "mantened la pureza antes del matrimonio"). Es un Papa que ha consolidado a la Iglesia, haciendo recuperar a ésta la confianza en sí misma. Pero se equivocan quienes piensan que ha cerrado la Iglesia (por cierto, su discurso fue sobre Jesucristo, no somos la Liga de la Decencia). Es evidente que siempre habrá gente que aunque se diga misa -nunca mejor dicho- pasará de Dios. Pero en Roma la variedad era grande. Desde los más convencidos a gente que se confesaba por primera vez. Desde tradicionalistas a kumbayás. Y, coño, ¡jóvenes de más de 160 países! ¿Qué idea es más universal, católica?- Miquel Mundet i Riera. Barcelona.
