Una red sorprendente Joan Gomis
Uno de los grandes acontecimientos de este año en España se celebró el 12 de marzo. No me refiero a las elecciones generales. Hablo de la consulta social por la abolición de la deuda externa. La red ciudadana que la organizó logró más de medio millón de votos en Cataluña y un millón en el conjunto español, donde estaba menos bien organizada y donde topó con más oposiciones administrativas.¿De dónde salió esta red, capaz de organizar, sin dinero y sin grandes apoyos, semejante maravilla? Salió de las generaciones jóvenes, que se revelaron apasionadas por el gran problema de la desigualdad internacional. Y que se revelaron además con talento, ingenio y tesón admirables.
Confieso que aquel domingo, en una de las mesas de la consulta y recorriendo otras, me sentía como un padre o abuelo feliz porque sus descendientes han aprendido las lecciones y no sólo las han aprendido sino que las han superado.
Es evidente que el éxito se debió en parte a que el terreno estaba preparado, y que eso era obra de muchísima gente diversa que ha ido trabajando desde bastantes años. Y a que hay gente de todas las edades que considera intolerable la explotación del llamado Tercer Mundo, y que responde a las llamadas de acción.
Y a que hay mucha gente, en especial jóvenes, que no tienen un conocimiento del problema sólo por lecturas y televisión, sino por contacto directo.
Hay mucha gente que ha visitado y aun trabajado en estos países y que ha incorporado el problema a sus vidas.
El 12 de marzo de 2000 fue la constatación, para casi todos sorprendente, de que era posible alguna esperanza.