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LA OFENSIVA TERRORISTA

Más de 30.000 personas condenan en Zaragoza el último atentado etarra

Los españoles volvieron a manifestarse ayer masivamente a las puertas de los ayuntamientos y de los edificios institucionales para, con un implacable silencio, pedir a ETA que ponga fin a la escalada de terror y para expresar su repulsa a la última acción de la banda terrorista que causó la muerte de dos guardias civiles en Huesca. Más de 30.000 personas se congregaron en Zaragoza, y decenas de miles de personas se movilizaron en el resto de España.

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Repulsa generalizada

Más de 30.000 personas, según la policía municipal, recorrieron ayer el centro de Zaragoza en una manifestación contra la violencia de ETA. Al frente de la misma iba el gobierno de Aragón, las autoridades locales y representantes políticos de las fuerzas parlamentarias, algunos llegados de otros puntos de España, como el secretario general de los socialistas vascos, Nicolás Redondo Terreros, y el dirigente de IU, Francisco Frutos. Todos, tras una gran pancarta en la que podía leerse "Aragón por la paz y contra el terrorismo". La concentración había sido convocada por todas las instituciones y por el Movimiento contra la Intolerancia. Muchos de los manifestantes lucían pegatinas con lemas como "ETA asesina", "Vascos sí, ETA no" y "Basta ya. Todos contra la violencia".La manifestación culminó con la lectura de un manifiesto conjunto contra el terrorismo en general y, en concreto, de repulsa por el atentado del domingo en Sallent de Gállego (Huesca), que acabó con la vida a los guardias civiles Irene Fernández Pereda y José Angel de Jesús. El texto afirmaba que "ETA no mata sólo para que lloremos, sino para que acabemos por callar, para que el miedo nos amordace"; y concluía advirtiendo de que la violencia no logrará imponerse sobre las actitudes racionales defensoras de la convivencia. Los dirigentes aragoneses en nombre de sus conciudadanos terminaron afirmando: "ETA puedes matarnos pero no podrás vencernos".

En Madrid, varios centenares de personas se congregaron a las ocho de la tarde en la Puerta del Sol, respondiendo a la convocatoria realizada también por el Movimiento contra la Intolerancia. Representantes políticos y sindicales encabezaron la concentración y se colocaron en esta ocasión en la misma calzada de la plaza, en medio de los manifestantes. Portaban dos pancartas con las frases "Contra la violencia, no matarás" y "Por la paz, ETA no". Entre los asistentes se encontraban el presidente de la Comunidad de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón; el vicepresidente, Luis Eduardo Cortés; y la alcaldesa de Madrid en funciones, María Tardón, además de varios dirigentes de los distintos partidos políticos. El manifiesto de repulsa por el atentado lo leyó José Morata, vicepresidente de la Asociación de Guardias Civiles COPROPER, quien expresó que esta concentración es en solidaridad con los familiares de las dos últimas víctimas de ETA, así como de todos los guardias civiles, pero insistió también en que se trataba de un llamamiento a la sociedad para no dejarse amedrentar ante la oleada de atentados. Porque "una sociedad amedrentada es la mejor garantía del éxito de los violentos", afirmó.

Al comunicado se sumaban también el Gobierno regional, el Ayuntamiento de Madrid; los partidos PP, PSOE e IU; los sindicatos CC.OO. y UGT; y las asociaciones de Pequeños y Medianos Empresarios. Tras la lectura del texto, que finalizó con un "¡viva la libertad!", coreado por los asistentes, los congregados en la Puerta del Sol dedicaron un prolongado aplauso a las víctimas del terrorismo. Cuando las autoridades se retiraron, los concentrados permanecieron durante largo rato coreando frases dirigidas a ETA, como: "Ni olvido ni perdón, ETA a prisión".

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Unas 6.000 personas condenaron la violencia terrorista en concentraciones celebradas en Castilla y León, por la mañana convocadas por los ayuntamientos y por la tarde por instituciones y ONG. Entre otras muchas localidades, la mayoría de las capitales andaluzas, así como Barcelona, Alicante, Valencia, Castellón, Pamplona, Talavera (Toledo),Orense, Santiago de Compostela, Vigo, Oviedo, Ciudad Real, Guadalajara, Badajoz, Cáceres, Murcia, Santa Cruz de Tenerife y hasta Bruselas (Bélgica) fueron escenario de las manisfaciones populares de rechazo a las acciones de la banda terrorista y a aquellos que la apoyan.

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