Unos 5.000 pasajeros sufren a diario retrasos por una huelga de celo de pilotos de una compañía aérea canaria
Los aeropuertos canarios han sufrido en los últimos días un fuerte aumento en los retrasos y cancelaciones de los vuelos entre islas que cubre la compañía aérea Binter-Canarias, como consecuencia de una huelga de celo de sus pilotos. Desde el pasado sábado, los retrasos han perjudicado a unos 5.000 pasajeros diarios, según fuentes de dicha empresa. Otros 1.300 se han visto afectados por la cancelación de más de 20 vuelos.Binter-Canarias acusa a sus pilotos de alargar los tiempos de vuelo y de trabajar según reglamento con el objetivo de presionar a la compañía para que les abone una parte de sus impuestos.
Según fuentes de esta compañía, los pilotos vienen tomando este tipo de medidas desde el mes de marzo, aunque la situación se ha agudizado desde el pasado fin de semana.
Por su parte, el Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (SEPLA) desmintió ayer la existencia de la huelga de celo y atribuyó los retrasos y las cancelaciones, que se están acusando especialmente en los aeropuertos de las islas de Gran Canaria y Tenerife, a los problemas técnicos que están sufriendo las aeronaves de Binter-Canarias.
La compañía señala, por el contrario, que de los 120 vuelos diarios que ofrece, el 95% está sufriendo retrasos que van desde la media hora a las dos horas como consecuencia del incremento del tiempo de vuelo entre las islas que están forzando los pilotos. Esta situación ya ha producido a la compañía unas pérdidas cifradas en más de 200 millones de pesetas.
En un comunicado, Binter culpa a los pilotos de mantener una postura "inflexible" y de tener pretensiones alejadas de la normativa fiscal vigente.
"El colectivo de pilotos cierra su postura, antepone sus intereses estrictamente económicos y se muestra inflexible con unas pretensiones que están fuera de la normativa fiscal", añade.
Los pilotos de Binter-Canarias tienen estipulada una jornada laboral de seis horas y de tres vuelos diarios pero, según fuentes de la compañía, éstos se han visto reducidos porque "tardan más tiempo de lo normal en realizar un viaje", como medida de presión.
