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Margallo monta 'Edipo rey' en Mérida

El director Juan Margallo regresa al Teatro Romano de Mérida tras 36 años de ausencia y dispuesto "a que se entiendan las historias que cuentan los autores clásicos". En este caso, un Edipo rey, de Sófocles, que acentúa las diferencias entre el hombre y la mujer a la hora de encarar un problema. Se trata de una producción, que se representará hasta el día 5, netamente extremeña, donde el mestizaje lo aportan la actriz Miriam de Maeztu y el músico Joan Valent.Margallo afronta por primera vez en su carrera el montaje de una tragedia griega y su aproximación a los textos clásicos le hace reflexionar sobre el impacto que provocan en el público: "La mayor dificultad", comenta, "es su comprensión. En ocasiones resultan demasiado farragosas, con proliferación de lugares y nombres de dioses y mitos. A un mismo personaje se le llega a nombrar de siete maneras distintas, caso de Apolo. Por eso mi primer objetivo es que todos esos elementos queden nítidos y que la historia se entienda".

La trama de Edipo, que mata a su padre, Layo, y se casa con su propia madre, Yocasta, presenta a los personajes principales de la obra como dos prototipos: "Edipo, como los hombres, es más bruto, de una sola pieza, se mueve a piñón fijo, y en cambio Yocasta, como las mujeres, es mucho más vividora en el buen sentido de la palabra, más comprensiva y más práctica". Sobre el escenario se cuenta cómo Edipo "se empecina en saber cuál es su origen y no va a parar aunque se estrelle contra la pared. Y Yocasta, cuando se da cuenta de que Edipo puede ser su hijo, está dispuesta incluso a pasarlo por alto. Es cuando le dice aquello de que el que más y el que menos siempre ha pensado en acostarse con su madre".

El último contacto de Juan Margallo con el escenario del Teatro Romano de Mérida se remonta a 1964, cuando participó como actor en Julio César, dirigido por Tamayo. Desde entonces ha compartido sus tareas de director con las de actor (Bodas de sangre, Numancia) y con las de escritor (Perdona a tu pueblo, señor o La mujer burbuja).

Admirador declarado de Sófocles, introduce en este montaje algunas variaciones sobre el original. El coro, inicialmente integrado sólo por hombres adultos, en esta versión se desdobla entre hombres y mujeres jóvenes que descaradamente apoyan unos a Edipo y otras a Yocasta.

Margallo asegura que este Edipo rey tiene algo de telenovela y de asunto policiaco: "La obra de Sófocles tiene un punto de modernidad, con textos cortos, frente a los monólogos larguísimos que aparecen en otras tragedias. Y la propia estructura es como una novela policiaca, parece que se va a aclarar y de pronto surge otro problema". Matiza el director que "no es una obra psicológica, es una tragedia y como tal tiene una ampulosidad que obliga a realizarse de una manera concreta en la puesta en escena con un toque grandilocuente". Piedras de río rojas y una piscina con fondo negro en la orquesta refuerzan esa propuesta "clásica, sobria y muy cercana al público", según el director del Festival de Mérida, Jorge Márquez.

Margallo ha mostrado un profundo respeto por el texto original, pero aligerando la versión de elementos innecesarios: "No olvidemos que estas obras estaban pensadas para un público griego que entraba y salía del teatro".

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