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VERANO 2000ÁRBOLES CON HISTORIA

El plátano inmortalizado en los epigramas de Marcial

La historia nos ha dejado constancia de dos visitas de Julio César a Córdoba. La segunda de ellas, en marzo del 45 antes de Cristo fue a consecuencia del rebrote rebelde de los hijos de Pompeyo, a los que venció en la batalla de Munda.Más discreta y prolongada fue su primera visita. Llegó a la ciudad en el año 65 antes de Cristo como cuestor, a las órdenes de Antistio Vétere, encargado de las finanzas del imperio y de los pagos al gobernador, los funcionarios y la milicia. Fue en este tiempo cuando, según cuentan las crónicas, plantó un plátano (Platanus) que posteriormente mereció los honores de ser inmortalizado por Marcial en su epigrama XLV bajo el título De platano cordubensi.

El poeta magnifica la estampa del árbol, alagando a su plantador al afirmar que "allá, donde la Córdoba opulenta se mira en el Betis plácido" se alza "el plátano de César, de espesa copa, / que plantó la diestra feliz del huésped invicto / comenzando su tronco a crecer desde su mano".

Cuando entra victorioso en Córdoba dos décadas más tarde, tras vencer a los pompeyanos, Julio César manda arrancar el árbol del suelo que fue fiel a sus enemigos. Además, arrasa la ciudad por ser el reducto que sirvió de refugio a sus más enconados enemigos, los hijos de Pompeyo, que le disputaban el poder.

Desconocido el lugar exacto en el que se plantó, el Ayuntamiento cordobés decidió, hace cuatro décadas, dedicarle un rincón en el Alcázar de los Reyes Cristianos. En sus jardines figura, junto a un plátano de nueva planta, en un muro de piedra, el epigrama de Marcial en su lengua original. Este árbol moderno, algún día, como dice el epigrama, sentirá "la grandeza de su plantador, / tanto crece, tocando con sus ramas los astros del cielo".

En este homenaje en el que se combina la literatura con la botánica, y que pasa desapercibido para muchos cordobeses, se instaló también en el fondo de un estanque un mosaico cuajado de peces, éste sí, contemporáneo al César, a Marcial y al plátano.

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