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Colectivos gitanos del sur europeo deciden formar un frente común para dar a conocer su cultura

Diversos colectivos gitanos del sur de Europa, integrados por organizaciones de Portugal, Italia, España y Grecia, decidieron ayer en Granada formar un frente común para dar a conocer la singularidad de su cultura y poder tener voz propia ante las instituciones. Una de las propuestas lanzadas ayer es la elaboración de un macroproyecto musical que contaría, entre otras iniciativas, con la potenciación de una orquesta sinfónica formada íntegramente por gitanos de diferentes países y que, además del repertorio clásico, mostraría repertorios romaníes de cada país.

El presidente de la Unión Romaní, Juan de Dios Ramírez-Heredia, fue ayer tajante: "Hemos llegado al convencimiento de que, o los gitanos de toda Europa hacemos un frente común para la defensa de nuestra cultura, o todos nuestros esfuerzos se habrán perdido. Es muy importante que una comunidad que cuenta con 12 millones de integrantes haga un frente común".Que los gitanos den a conocer sus singularidades culturales es una de las mejores fórmulas para su integración dentro de la Unión Europea y para que se respete su peculiaridad. "Hay un caso muy curioso", señaló Ramírez-Heredia. "Durante años, España ha tomado prestada de los gitanos su imagen internacional, su seña de identidad cultural ante el mundo a través de nuestros rasgos. Y nosotros aún estamos pendientes de cobrar los royalties" [los derechos de autor].

Las jornadas Los gitanos del sur de Europa y su integración en la Unión Europea, que durante varios días se han celebrado en Granada, acabaron ayer con cinco conclusiones. La primera de ellas es la potenciación de macro-proyectos culturales que den a conocer el mundo gitano en toda Europa. Dentro de este proyecto está la propuesta de que la Orquesta Gitana de Bulgaria, una formación con 50 profesores, de los que 48 son gitanos, acoja a partir de ahora a miembros de esta etnia de toda Europa.

"Se trata de incorporar a esta orquesta", dijo Ramírez-Heredia, "músicos gitanos de Italia, de Francia, de España, músicos con capacidad de interpretar un repertorio sinfónico y también con posibilidades de recoger la formas de expresión gitanas locales, como las zardas húngaras o rusas o el flamenco español".

La idea, según Ramírez-Heredia, es la utilización de la música como soporte reivindicativo de una cultura y una forma de ver y entender el mundo. "De hecho", indicó, "todas las revoluciones han tenido su soporte musical, como fue La marsellesa en la Revolución Francesa, o la importancia que se le dio a la música en la Revolución Rusa".

Otra de las conclusiones fue la potenciación del Centro Romanó de Estudios, Investigación y Divulgación Antirracista (Creida), un organismo que cuenta con más de 50.000 documentos, entre libros, discos, vídeos y escritos sobre el racismo contra la población gitana con el fin de terminar con comportamientos intolerantes.

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Otras dos conclusiones van encaminadas a prestar asesoramiento y experiencia a colectivos gitanos incipientes en otros países, como Italia y Portugal. Se trataría de que los gitanos españoles, como grupo más avanzado en la reclamación de los derechos de la población romaní, aconseje a los de otros países en donde apenas se les tiene en cuenta. Así, se prestará especial apoyo a los gitanos de la región de Reggia Emilia, en Italia, y al mundo asociativo portugués. Por último, habrá un mayor apoyo y más participación en el Festival Amigo Romanó que organiza en Italia el músico Santino Espinelli, y que está dirigido a mostrar las creaciones del mundo gitano.

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