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Una empresa ofrece un 'ciberparaíso' para ocultar datos en Internet desde el falso principado de Sealand

La empresa HavenCo Ltd., fundada por un grupo de cypherpunks (fanáticos de la privacidad cibernética) mayoritariamente estadounidenses, ofrece desde ayer un paraíso en Internet, con base en el falso principado de Sealand, para aquellas compañías que quieran que "sus servidores de correo electrónico estén en un lugar que pueda considerarse como realmente privado y no estén sujetos a la investigación de nadie con capacidad de interponer una demanda", en palabras de Sean Hastings, presidente de la compañía. El llamado principado de Sealand fue fundado en 1966 por Roy Bates, un inglés que tiene en la actualidad 78 años, en una plataforma artillera construida a menos de 10 kilómetros de la costa este de Inglaterra durante la Segunda Guerra Mundial. Aunque ningún país le ha otorgado reconocimiento oficial, hasta la fecha ha mantenido una cierta soberanía, no exenta de disputas legales con el Reino Unido.

Según Hastings, que tiene 32 años, la elección de Sealand para establecer su empresa, adonde ya se han trasladado tres potentes generadores para alimentar los servidores informáticos, se debe a que "no tiene ni tendrá ningún tipo de regulación sobre circulación de información electrónica". La empresa ofrecerá Internet desde servidores Linux por medio de conexiones vía satélite y por microondas. El precio del contrato será de 1.500 dólares (unas 275.000 pesetas) al mes.

Uso aceptable

El único límite que se impondrá a las empresas que quieran contratar los servicios de HavenCo, es que cumplan sus normas de Política de Uso Aceptable. Esta regulación no permitirá su utilización para "intentar modificar, interrumpir, dañar o apropiarse" de datos, usuarios o equipos -lo que, dicho con otras palabras, significa impedir el uso de los servidores de Sealand para practicar la piratería informática-, y cobijar páginas dedicadas a la pornografía infantil.

De todas formas, el Reino Unido y los otros países del G-8 (EEUU, Francia, Alemania, Japón, Canadá, Italia y Rusia) ya se plantearon en la reunión de París del pasado mes de mayo actuar contra Estados miniatura como el de Sealand, convertidos en plataformas impunes para actividades ilícitas. Como declaró entonces el ministro francés de Interior, Jean-Pierre Chevènement, se trata de evitar que "existan paraísos digitales o de Internet donde cualquiera que piense en negocios turbios pueda encontrar facilidades para llevarlos a cabo". Y esta sospecha es una de las que planea sobre HavenCo, que podría convertirse en un centro de apuestas o préstamos ilegales por Internet.

El antecedente es reciente y parte de la misma plataforma, Sealand. A finales de marzo pasado la Guardia Civil anunció que había descubierto una red de tráfico de pasaportes diplomáticos, certificados de ciudadanía, títulos universitarios y falsas nacionalidades del mini-estado. La trama estaba supuestamente dirigida desde Madrid por Francisco Trujillo, autotitulado príncipe regente de la plataforma y que fue detenido a principios de abril en una operación con más de 60 implicados.

El último episiodio de las autoridades del principado se conoció el 26 de mayo: unos supuestos embajadores en España proyectaban comprar en Rusia 50 carros de combate, 10 aviones Mig-23 y tres Antonov, ocho helicópteros, 15 unidades de artillería, 5.000 bombas, 20 misiles antitanque y 5.000 cartuchos, por un importe de 9.000 millones de pesetas para venderlos a un país africano, según informó la Guardia Civil.

Ante el riesgo de que el Ejecutivo inglés actúe contra la empresa e interfiera en las ondas sus comunicaciones, o de que los proveedores de conexiones vía satélite sufran las presiones de sus Gobiernos y cierren los accesos a la empresa, el director de HavenCo insiste: "No queremos que nadie se enfade con nosotros. Tan sólo pretendemos ofrecer a los negocios informáticos un lugar con un conjunto sano de normas que no estén cambiando continuamente".

Tampoco los dirigentes del falso prinicipado de Sealand esperan que surjan problemas. Así lo explicó al Herald Tribune Roy Bates, príncipe fundador de Sealand y padre de Michael, jefe de Logística de la empresa: "Yo nunca haría nada que ofendiera a Inglaterra. Ante todo, soy inglés".

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