Unidad se convierte en partido político a las órdenes de Putin El nuevo grupo absorbe a Nuestra Casa es Rusia y se declara de centro

Unidad dejó ayer de ser un movimiento para convertirse en un partido que se define como centrista, sumó a sus filas en la práctica a varios pequeños grupos como el otrora poderoso y progubernamental Nuestra Casa es Rusia y, en presencia del presidente Vladímir Putin, proclamó a los cuatro vientos su vocación de partido del poder al servicio exclusivo del líder del Kremlin.

Unidad fue un invento del entorno más cercano a Borís Yeltsin, que, sin ideología ni programa, pero con todo el peso del aparato estatal, logró en apenas tres meses pasar de la nada a un resultado espectacular en las legislativas del 19 de diciembre, en las que pisó los talones a los comunistas. Posteriormente, se convirtió en un apéndice al servicio de la campaña presidencial de Putin, que ganó la presidencia en la primera vuelta el 26 de marzo.Putin sigue siendo oficialmente un hombre sin partido, pero su presencia en el congreso de ayer y su intervención ante los más de 1.500 delegados puso de manifiesto que considera a Unidad una de las patas en las que se apoya su designio de controlar con mano férrea el poder en Rusia. "Las reformas", dijo, "necesitan un apoyo político" que contribuya a superar "la debilidad de las instituciones y de la sociedad civil". Serguéi Shoigú, ministro para las Situaciones de Emergencia, que encabezó Unidad en las dos últimas elecciones, fue elegido ayer líder de la nueva formación, de la que dijo que "no es un partido del poder, sino de la cooperación con el poder", una diferencia insignificante en la práctica. "Hoy podemos afirmar abiertamente que Vladímir Putin es nuestra opción para presidente", añadió. Según Shoigú, Unidad estaría en el centro del espectro político ruso, y sus principales rival serían los comunistas.