_
_
_
_
_

'Encrucijadas' redescubre la catedral de Astorga y destacadas piezas de su diócesis La octava exposición de Las Edades del Hombre acoge 300 obras

La octava muestra de Las Edades del Hombre, titulada Encrucijadas, abre hoy sus puertas al público en la ciudad de Astorga (León). Ayer, los duques de Lugo presidieron la inauguración de la muestra, que abarca los más de 3.300 metros cuadrados de la seo maragata -cerrada durante dos años- por un recorrido laberíntico, el museo catedralicio y el cercano palacio Gaudí. La muestra reúne 300 piezas de los siglos IX al XVIII.

Los tres centenares de piezas presentes en Encrucijadas, originales, desde el siglo IX a finales del XVIII, rescatadas muchas de ermitas, monasterios, conventos e iglesias de pequeños municipios, pero no por ello de menor valor artístico, ayudan a comprender una hilada narración sobre la riqueza cultural y humanística que dejó en la diócesis de la ciudad bimilenaria Astúrica Augusta el cruce de acontecimientos, creencias y caminos a través de los tiempos: la vía romana de la Plata, la Ruta Jacobea, la huida de los mozárabes, los que emprendieron la Reconquista, el oro de las Médulas camino de la capital del Imperio.Piezas excepcionales a destacar son un lienzo de Jesucristo, de El Greco, procedente del monasterio de las Descalzas Reales de Valladolid; La Anunciación de Pedro Berruguete, de la Cartuja de Miraflores, de Burgos; el Beato de Tábara y el de Osma; la Biblia de Cardeña, la más antigua de España, del siglo IX, de la catedral de Burgos; el Tumbo A, un códice de la catedral de Santiago de Compostela; la Biblia visigótico-mozárabe, de la colegiata de San Isidoro, y singulares esculturas de Gregorio Fernández y Salvador Carmona, entre otras obras. El cartel de la exposición es la imagen de la Virgen de la Majestad, un anónimo bizantino románico, del siglo XII, de la catedral de Astorga.

Sorprendentemente, la muestra permite redescubrir al visitante la propia catedral, cerrada durante los dos últimos años por obras y remozada en su interior debido a la limpieza en profundidad realizada en naves y claustro para Las Edades del Hombre. La nueva iluminación destaca retablos y piezas de gran belleza ocultos hasta ahora por la anterior oscuridad, así como el color rosa de la piedra de las columnas.

'La Séptima Iglesia'

El palacio Gaudí, a escasos metros, sirve de apéndice a la exposición, con una muestra que contiene 68 piezas, titulada La Séptima Iglesia, y que enseña el inmueble, construido a caballo de los siglos XIX y XX, y por primera vez el jardín tal y como lo diseñara el arquitecto catalán. También aquí se ha hecho una importante labor de restauración del edificio.

Cuatro vírgenes: la de la Encina (El Bierzo), la de Castrotierra (Maragatería), la de Carballeda (Zamora) y la de las Ermitas (Ourense), explican el capítulo de las devociones. El Tumbo de Ánimas, de la Cofradía de los Falifos, de Rionegro del Puente (Zamora), que representa el infierno, el purgatorio y el cielo, absolutamente popular, exponente de una de las devociones de más raigambre en la Iglesia católica, ha sido restaurado y expuesto al fin, tal y como era deseo del anterior comisario de la exposición, José Velicia.

"Estamos en el año 2000 conmemorando el nacimiento de Jesucristo. Esto es una encrucijada en la cronología, es el paso del politeísmo al monoteísmo judío, al dios del Antiguo Testamento y al cristianismo, y esto sucede en torno al año 0", explica Antonio Meléndez , comisario de la exposición. A su juicio, la muestra es "un relato que tiene 2.000 años".

Astorga, urbs magnífica, como la llamó Plinio, es una de las sedes episcopales más extensas y antiguas del país, documentada en el año 254. Su diócesis abarca parte de León, Zamora y Ourense, y de las tres provincias, así como de otras de la comunidad autónoma, se han trasladado piezas de gran valor a la exposición.

La restauración de algunas obras expuestas ha sido laboriosa y costosa. Una de las piezas más importantes, cuya rehabilitación ha sido compleja, es el retablo mayor de la catedral (1560), de Gaspar Becerra. La exposición sólo contiene una réplica, la del sarcófago paleocristiano (305-312) que fue sepulcro de Alfonso III hasta 1869, en que se produjo su incautación. El original, importado de Roma, de mármol blanco y friso continuo, se halla en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid.

El presupuesto de la muestra, abierta hasta octubre, supera los 350 millones de pesetas, patrocinados por la Junta de Castilla y León, Caja España, Fundación Endesa y el Ministerio de Cultura.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_