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Turismo se ofrece para discutir la 'ecotasa' con empresarios y ecologistas

La Consejería de Turismo ha cambiado su posición de rechazo frontal a la ecotasa, un impuesto específico que se cobraría a los visitantes de la comunidad para acometer inversiones medioambientales. El consejero, José Antonio Hurtado, manifestó ayer en Málaga su disposición a discutir la conveniencia de su aplicación con empresarios y ecologistas, y a buscar consensos en torno a una propuesta que durante la pasada legislatura incluso enfrentó a las consejerías de Turismo y Medio Ambiente.

"Cualquier camino que se tome será consensuado", se apresuró a aclarar el dirigente andalucista. La Consejería pretende reunir a la Mesa del Turismo para debatir la cuestión, aunque aún no hay fecha.Hurtado reconoció que su implantación es complicada no sólo por cuestiones técnicas, sino porque hay posturas enfrentadas en torno a si procede o no su aplicación. Los empresarios turísticos se oponen a la propuesta porque entienden que "no se pueden cargar más las tintas" sobre el sector; mientras Los Verdes y la Consejería de Medio Ambiente apoyan la iniciativa, que supondría una recaudación anual de unos 15.000 millones de pesetas. Hurtado admitió que "no es un tema fácil porque si se impone, tendremos a un sector en contra; pero si no lo estudiamos, protestarán otros". Por eso insistió en que cualquiera que sea la decisión que se adopte, "será consensuada".

Si se aplica una tasa de 1.000 pesetas una vez al año por cada turista, la recaudación rozaría los 15.000 millones de pesetas. La cifra equivale a más de la mitad del presupuesto de inversiones que el año pasado tuvo la Consejería de Medio Ambiente. Sus defensores la consideran una fórmula eficaz para invertir no sólo en protección medioambiental, sino también en conservación de espacios naturales y centros históricos, y para incentivar a las empresas turísticas a incorporarse a energías limpias.

La iniciativa de debatir la ecotasa con los sectores implicados encaja dentro de la filosofía que guiará la política de la consejería durante los próximos cuatro años: diálogo y protección del medio ambiente. En esa línea, Hurtado avanzó que promoverá acuerdos con las consejerías de Obras Públicas, Medio Ambiente y con los ayuntamientos para garantizar que el ordenamiento urbanístico de las zonas turísticas respeten el entorno y se enrolen en el desarrollo sostenible. "El turismo no tiene porqué suponer el deterioro del medio ambiente", remarcó Hurtado en su primera visita institucional como titular de la Consejería.

Desde su línea de diálogo, el dirigente andalucista indicó que mantendrá contactos con el Gobierno central para que se complete el saneamiento integral del litoral, una obra largamente demandada por los empresarios de la Costa del Sol, que sostienen que la calidad de las aguas es la materia prima fundamental de la industria turística. No obstante, el consejero aclaró que la reivindicación ante Madrid no se hará desde la confrontación, sino, como toda su gestión, desde el "diálogo, diálogo, diálogo".

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