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Crítica:CRÍTICAROCK
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Toda una vida

SuburbanoSala Quatre. Valencia, 28 de abril de 2000

Suburbano es toda una institución en el panorama del rock español. Editaron su primer álbum, de título homónimo, cuando la denominada movida madrileña echaba a andar. Libres de ataduras estilísticas y deliberadamente ajenos a las modas imperantes, Suburbano escogieron ir a su aire y labrarse una trayectoria que les ha permitido mantenerse en activo durante dos largas décadas. Curiosamente, sus discos jamás obtuvieron una gran repercusión comercial, pero algunas de sus creaciones alcanzaron lo más alto de las listas de ventas de la mano de Luis Eduardo Aute o Ana Belén. Canciones tan célebres como La puerta de Alcalá o Arde París, que ahora, con motivo de su vigésimo aniversario, Bernardo Fuster y Luis Mendo (columna vertebral de la formación por la que han desfilado treinta músicos) han decidido recuperar en un precioso disco-libro, 20 años y un día, registrado en directo.

Canciones que, como afirmaron sus autores en tono jocoso durante la presentación de estetrabajo en Valencia, tuvieron "cierta trascendencia; probablemente, porque no las cantamos nosotros, sino otros". Entre anécdotas y bromas, Suburbano repasaron veinte años de canciones a pecho descubierto, sin artificios ni arreglos suntuosos, a pelo, dos guitarras, bajo y voz. Suficiente cuando, como es el caso, lo importante son las canciones, las historias. "Hemos querido tocar estas piezas tal y como las hicimos, desnudarlas, despojarlas de todo lo que resulta superfluo, para así reconocernos en ellas", explicaron. De este modo, desfilaron La tierra se mueve, Alas de ángel, Amor sin fin, Suerte o Buscando un país. Y también, claro, algunas de esas estupendas melodías que elaboraron para series de televisión como La mujer de tu vida y Makinavaja, o para la película París-Tombuctú de Luis García Berlanga.

Una velada repleta de emoción, diversión y, para unos más que para otros (cosas de la edad), entrañables recuerdos. Una sesión íntima y familiar, vaya; aunque quizá demasiado: resulta grotesco y lamentable que Suburbano sólo sean capaces de convocar a una veintena de espectadores en esta ciudad. ¿Será justo echarle la culpa de este tremendo pinchazo de público al calendario ? Ya se verá. Suburbano prometen regresar y no habrá excusas. El espectáculo, de verdad, merece la pena.

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