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Simply Red en el Sant Jordi

Imitar su falsete supone para cualquier mortal una tremebunda sucesión de gallitos y varios días de afonía aguda. Para él ha representado el reconocimiento en el ámbito del pop de consumo, de ese pop que, ribeteado en negro y funk, alcanza el corazoncito de los blancos. Trina sobre ritmos entrecortados y canciones lujosas y acolchadas, satinadas y perfumadas. Es elegante, tanto que hace música para ser bailada sin ápice de sudor. Sus más furibundos detractores, que los tiene como famoso que es, aseguran que practica el pijo-soul, música de color para polos Lacoste y naúticos, música para regatas y discotecas finas. Otros aseguran que ha sublimado en pop la música negra, y por eso lleva desde los ochenta frecuentando las listas de éxito. Sí, puede que le desprecien en el Bronx, pero el mundo es bastante más grande que el Bronx, y Mick Hucknall ha conquistado el mundo con su grupo, Simply Red. Amante del soul, el funk y el fútbol -aún se recuerda su entrenamiento en el Camp Nou acompañando a los componentes del Manchester United-, Hucknall regresa con su grupo a Barcelona después de que hace unos años montara en el Sant Jordi uno de los escenarios más vistosos y originales que han visitado la ciudad. Esta vez llega al Palacio de los Deportes, local donde esta noche (22.00 horas) Simply Red, la banda de un pelirrojo que canta en negro, presenta Love and the russian winter, su último trabajo. Fiona Prince actuará como telonera.

La base del recital será su nuevo disco, en el que Gota Yashiki y Andy Wright han sido colaboradores principales en la producción.

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