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CRÍTICA MÚSICA

La noche rítmica

Café Quijano y Lucrecia. Jardines de Viveros.Valencia, 18 de marzo.

La serie de conciertos falleros de la SER en Fallas concluyó el sábado por la noche en Viveros con la luna llena como testigo y una rúbrica corta pero clarísima: Lola. Éste es el nombre y firma de la mujer de mal vivir que protagoniza la canción de más éxito de los leoneses Café Quijano y que sonó al filo de la una y media, hora de recoger trastos para poder presenciar la Nit del Foc con atención. El público, que entre ires y venires rondó las 5.500 personas según la organización, respondió a la llamada final de Lola con palmas y danzando. Eran ya los bises, pero la canción de marras había sonado ya una vez mediado el concierto, con Presuntos Implicados como invitados de excepción que aparecieron por sorpresa sobre el espectacular escenario de Viveros. La cosa tenía su lógica, puesto que el trío valenciano se ha zambullido de lleno en el mundo de los boleros con su álbum más reciente y los hermanos Quijano vienen de este mismo mundo, como bien delata su impronta escénica: tres guitarras acústicas en ristre. La viva imagen de los Panchos aunque en plan algo más canalla y con mucho más ornamento instrumental por detrás. Café Quijano ha aplicado el turbo del rock al bolero, ha incorporado la rumba y unos cuantos pellizcos de otras especias como el reggae, y así se ha ganado al personal, añadiendo sobre el escenario alguna dosis de sano humor verbenero.Previamente, Lucrecia había puesto el toque de qualité a la sesión latina, con las canciones de su último álbum, Cubáname y alguna que otra del repertorio anterior. Lucrecia, que como los Van Van domina la tradición cubana pero es capaz de ir dos pasos más allá, sabe hacerse con cualquier tipo de público, y aquí no fue una excepción. Respaldada por una disciplinada y amplia sección rítmica, el justo aporte de metales y unos coros bien armonizados, puso su solvencia escénica y una voz en plena forma al servicio de la comunicación. La noche más rítmica de esta tanda de conciertos que comenzó el miércoles no hubiera sido lo mismo sin ella, por lo que poco hay más que añadir respecto al resto del programa. Y es que, casi arrollados por la fuerza de estos dos torrentes rítmicos, los actores y actrices secundarios de la velada (Azuquita y las debutantes Yolanda Ramos y Maruska), se limitaron, con un par de canciones por persona, a abrir la boca del personal para digerir después adecuadamente los platos fuertes del convite.

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