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Los mayoristas de pescado no aclaran por qué 'ficharon' como arquitecto al hijo del alcalde

La asociación de empresarios de mayoristas de pescados de Mercamadrid rehusó ayer explicar por qué eligió entre los 7.000 arquitectos de Madrid a José María Álvarez del Manzano Miró, hijo del alcalde, para diseñar su sede en la parcela que les cedió la sociedad municipal que preside el regidor, José María Álvarez del Manzano y del Hierro. Tampoco quisieron aclarar cuánto cobrará por ese trabajo. IU y PSOE reprobaron ayer este contrato y pidieron la retirada del proyecto de los pescaderos de la Comisión de Urbanismo que se reúne el próximo lunes.

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Una elección misteriosa

La historia de la parcela municipal donde proyecta edificios el hijo del alcalde nace de una victoria de los mayoristas del pescado frente a Mercamadrid durante la etapa socialista. Sus presiones arruinaron en 1988 las pretensiones de una empresa de construir una lonja para vender pescado en la parcela C-3 de Mercamadrid. Temían que aquello arruinara su negocio. Mercamadrid deshizo el contrato y hubo de indemnizar, forzado por una sentencia condenatoria, con 350 millones a la empresa adjudicataria, Lonja Madrid.Diez años más tarde, en 1998, la dirección de esta empresa presidida por el alcalde y propiedad en un 51% del Ayuntamiento de Madrid, hizo un contrato a la medida de los mayoristas del pescado para que construyeran y explotaran diversas instalaciones para "actividades relacionadas con la recepción, manipulación y despiece de alimentos; almacenamiento, envasado y conservación de dichos productos; instalación de cámaras frigoríficas; centro receptor de los mismos y servicios administrativos". El contrato lo firmó por Mercamadrid su director general, José Ramón Gómez de Barreda, ex general auditor de la Armada y ex compañero del alcalde de Madrid en el colegio de jesuitas de Los Areneros. Gómez Barreda comparte desde entonces con Álvarez del Manzano "una amistad de toda la vida, una amistad de familias".

Por los mayoristas del pescado firmó Antonio Bruna, quien encargó el proyecto de construcción al arquitecto José María Álvarez del Manzano Miró, un miembro de esa familia que tan bien conocía el director general de Mercamadrid.

Gómez de Barreda admite que fue informado de que el hijo del alcalde redactó el estudio arquitéctonico que había de aprobar la comisión ejecutiva de Mercamadrid. "Vino aquí el presidente de la asociación, Antonio Bruna, porque tenía mucho interés en que tramitaramos cuanto antes este asunto y me dijo que el arquitecto que lo iba a hacer era Álvarez del Manzano. No le di la menor importancia. Es una decisión libre del adjudicatario". El gerente de Mercamadrid no informó sobre esta coincidencia familiar a ningún consejero. "Tengo que informar sobre las características técnicas, no sobre el autor ni sobre la empresa porque me excedería de mis competencias", declaró.

El socialista Rafael Merino, único concejal de la oposición representado en la comisión ejecutiva, se quejó ayer de que en ninguno de los documentos que le entregó la dirección de Mercamadrid en las dos sesiones donde se estudió y aprobó este proyecto figuraba el nombre del arquitecto. "Nos deberían haber informado porque aunque no hubiera impedimento de tipo legal, cosa que vamos a investigar, es claro que sí puede haberlos de valoraciones éticas al hacerle la adjudicataria un contrato a un hijo del presidente de la empresa", se lamenta Merino.

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Inconstitucional

Ignacio del Río, concejal de Urbanismo, da por sentado que este asunto seguirá su trámite y será debatido para su aprobación en el próximo pleno "porque cumple la legalidad urbanística." "Este organismo no valora los proyectos en función del arquitecto que los elabora. Eso comportaría actitudes inconstitucionales y atentatorias contra la libertad y el respeto a la legalidad vigente".

Matilde Fernández, portavoz del PSOE, estudiará si hubo tráfico de influencias. "Álvarez del Manzano nos está demostrando reiteradamente que no es capaz de diferenciar entre lo público y lo privado. Ahora su hijo nos está demostrando que no es capaz de diferenciar entre lo ético y lo que no lo es, presentando un proyecto a una empresa que preside el alcalde". Inés Sabanés, portavoz de IU, se preguntó ayer por qué Álvarez del Manzano no se abstuvo en la votación que afectaba a su hijo y "si no vislumbró ninguna incompatibilidad en un caso como éste". Sabanés exigió al alcalde que muestre su declaración de intereses.

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