Dimite el Gobierno noruego después de perder una votación en el Parlamento
La coalición centrista noruega que dirige el democristiano Kjell Magne Bondevik decidió ayer renunciar al poder por la derrota parlamentaria acerca de la construcción de una central de gas que, en su opinión, contribuirá a deteriorar el medio ambiente. La oposición proponía modificar la Ley de Protección Ambiental para eliminar los impedimentos jurídicos que frenaban la construcción de la central eléctrica, que funcionaría con el gas natural de la zona noruega del Mar del Norte. El Gobierno estimaba que la central violaría los acuerdos ambientales de Kioto y aumentarían las emisiones noruegas de dióxido de carbono CO2 a la atmósfera, y Bondevik afirmó que no podía aceptar una modificación de la normativa vigente. La oposición, compuesta por laboristas, conservadores y derechistas, sostuvo que la construcción de la central eléctrica reduciría los vertidos nocivos.
El Gobierno de Bondevik está compuesto por su propio partido, el democristiano, junto con los liberales y el Centro, y reúne sólo 42 de los 165 escaños del Storting (Parlamento).