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Darren Clarke derrota a Woods en la final contra todo pronóstico El enorme golfista norirlandés se embolsó un millón de dólares

Carlos Arribas

Darren Clarke (19º del mundo), el golfista más improbable, se embolsó ayer un millón de dólares como premio a su sorprendente victoria sobre Tiger Woods (primero), por 4 y 3, en la final a 36 hoyos del matchplay Andersen Consulting, el primer torneo del año del llamado circuito mundial, jugada ayer en La Costa (California). Es la sexta victoria en sus 10 años de carrera profesional. Después de terminar igualados los 18 primeros hoyos, en los que ambos jugaron un golf de gran nivel, Clarke aceleró la marcha en los nueve primeros hoyos de la sesión de tarde y, apoyándose en un extraordinario día con el putter, alcanzó con rapidez una ventaja de cuatro hoyos que Woods nunca estuvo en disposición de enjugar.

Woods y Clarke miden 1,88 metros. Los dos tienen el mismo entrenador: Butch Harmon. Ahí terminan las similitudes.

Cuando termina su jornada laboral, Darren Clarke, norirlandés afable y agradable, suele encender un habano y tomarse una buena pinta de cerveza. Alimenta sus pulmones y contribuye a mantener la magnífica circunferencia de su vientre, allí donde se concentran gran parte de sus 107 kilos de peso. Se relaja y se olvida de la competición. Piensa en el placer que le da conducir su Ferrari y se olvida de aquellos aparatos de gimnasia que acumulan polvo en el sótano de su casa en Sunningdale (Inglaterra). Luego se va a cenar con su amigo danés Thomas Bjorn, otro fumador de habanos. Todo tranquilo y sin agobios. A veces, recibe una llamada de teléfono de Butch Harmon, que lo ha estado viendo jugar por televisión vía satélite y quiere darle un par de consejos.

Woods nunca termina su jornada profesional. Puede tomarse una cocacola light, una hamburguesa desnatada o una bebida energética. Pero lo tiene que hacer casi a escondidas, huyendo de los aficionados, cazaautógrafos, paparazzi y demás medios de comunicación. Después, puede seguir sacando brillo a su gimnasio, trabajar la estupenda elasticidad de sus músculos, cuidar sus 75 esbeltos kilos. Luego queda con Harmon, baja al campo de prácticas y practica, practica y practica.

Para llegar a la final de La Costa, ambos tuvieron que ganar cinco partidos en cuatro días. Clarke eliminó a Azinger, O'Meara, Bjorn, Sutton y Duval (el epítome de la aproximación atlética al golf), cuatro norteamericanos y un danés. Ante Woods cayeron, ecuménicamente, los cinco continentes: un neozelandés (Campbell), un surafricano (Goosen), un japonés (Maruyama), un escocés (Lawrie) y un norteamericano (Love III).

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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