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Aznar recibió la renuncia por fax

Luis R. Aizpeolea

José María Aznar recibió ayer, a las 19.35 horas y por una carta que le envió por fax el propio Manuel Pimentel, la confirmación de que se le abría una crisis de Gobierno inesperada a 22 días de las elecciones. El ya ex titular de Trabajo a esa hora casi había terminado la conferencia de prensa que su equipo convocó en el Ministerio para justificar su decisión. Aznar tuvo la primera noticia de que Pimentel pensaba dejar su cargo sobre las seis de la tarde, poco después de regresar del mitin que había protagonizado en Logroño y de una comida con un reducido grupo de colaboradores en el hotel Landa de Burgos.Fue su secretario de Estado de Comunicación, Pedro Antonio Martín Marín, quien le adelantó por teléfono que Pimentel iba a ofrecer una rueda de prensa en la que podría anunciar su dimisión. Pocos minutos más tarde avanzó esa noticia la agencia Europa Press.

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Pimentel no habló en ningún momento con Aznar, hecho que desagradó en La Moncloa. El presidente esperó hasta las 19.35, tras leer la carta de Pimentel, para ponerse en contacto con Juan Carlos Aparicio, secretario de Estado de la Seguridad Social, al que le ofreció el cargo. Aparicio aceptó de inmediato.

Aznar, a continuación, notificó al Rey este nombramiento. Luego habló con sus dos vicepresidentes, Francisco Álvarez Cascos y Rodrigo Rato, así como con el portavoz del Ejecutivo, Josep Piqué, y con Javier Arenas, secretario general del PP, que a su vez había conversado con Pimentel.

Aznar, al que le sentó especialmente mal la tardanza de Pimentel en comunicarle sus intenciones, se apresuró a zanjar esta crisis, que le perjudica por la proximidad con las elecciones y por la sensación de descoordinación.

Desde La Moncloa y el PP se buscó ayer una interpretación de urgencia para salir al paso de las críticas que recibirá Aznar del PSOE por dejar caer a su ministro "más centrista". El PP replicará que este Gobierno "actúa drásticamente ante el menor escándalo y no como otros". En el PP se intuía que Pimentel podía renunciar desde que adelantó que "asumía toda la responsabilidad" por el escándalo de su colaborador.

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