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Babcock Borsing se compromete a terminar con las pérdidas de la empresa vasca en tres años

VIENE DE LA PÁGINA 1 La SEPI, dependiente del Ministerio de Industria, subraya en su comunicado que la propuesta de Babcock Borsing -grupo resultante de la fusión de las firmas Steinmuller, Deutsche Babcock, Austrian Energy y Waagner Biro-, supone el primer paso en el proceso de reordenación en España del sector de bienes de equipo. Sin embargo, nadie, ni de la SEPI ni de Babcock Borsing se ha puesto en ningún momento en contacto con la asturiana Duro Felguera (única del sector en España con beneficios) o con la empresa vizcaína Mecánica de la Peña (en suspensión de pagos), un requisito que sí mantenía su rival McDermott, al final perdedor en el proceso de privatización .

La propuesta de Babcock Borsig prevé reflotar B & W en un período de tres años, situándola con unas ventas tipo de 42.000 millones de pesetas anuales y una cuota de mercado nacional del 25%. La SEPI se compromete a contribuir y supervisar estrechamente los planes de saneamiento y consolidación de la empresa, que suponen inversiones en B & W por valor de 22.500 millones de pesetas.

Estas cifras implican un giro total en la situación del fabricante vasco, cuyo nivel de credibilidad estaba en permanente descenso. En 1997 las pérdidas fueron de 7.000 millones de pesetas y la cartera de pedidos alcanzaba los 90.000 millones de pesetas; el ejercicio pasado las perdidas superaron, según previsiones, los 15.000 millones y la cartera de pedidos rondaba los 30.000 millones.

Dos sociedades

En virtud del acuerdo firmado ayer, Babcock Borsing se queda con los activos productivos de B & W y la SEPI, por su parte, asume la gestión del resto de activos no vinculados al núcleo principal del negocio. El plan industrial prevé para la nueva B & W una plantilla de 650 trabajadores durante cinco años, quedando los restantes 482 empleados vinculados a la SEPI, que aplicará, de acuerdo con los sindicatos, planes de prejubilaciones, bajas incentivadas y recolocaciones en otras compañías.

El proyecto industrial prevé igualmente el compromiso de Babcock Borsing de que la nueva Babcock & Wilcox sea una compañía de servicio integral, en la que se invertirán en los próximos cuatro años 135,5 millones de euros (unos 22.500 millones de pesetas) en tecnología, formación, actualización y mejora de instalaciones y equipamiento, y ampliación de la red comercial en América y Africa.

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El grupo alemán plantea asimismo que Babcock & Wilcox sea uno de sus centros tecnológicos y se responsabilice en exclusiva de toda la gama de productos energéticos y medioambientales del grupo para la Península Ibérica, Latinoamérica y algunos países del Norte de Africa.

La SEPI subraya que estas áreas tienen un potencial de mercado conjunto estimado por encima de los 5.000 millones de euros (unos 832.000 millones de pesetas) en bienes de equipo de energía y procesos, medio ambiente, plantas energéticas de ciclo combinado (gas y fuel) y servicios, de los que B&W podría captar un negocio de unos 260 millones de euros (43.260 millones de pesetas). B & W dejará además de depender de licencias de terceras compañías, con lo que prevé mejorar su posición competitiva global en equipos energéticos, equipamiento industrial, medioambiental, plantas de ciclo combinado y servicios a instalaciones ya en marcha.

Red global

Asimismo, B & W quedará plenamente integrada en la red global y en la estrategia de Babcock Borsig, lo "que le permitirá acceder tanto a su know how y tecnología como a la capacidad financiera del grupo". Babcock Borsing obtuvo en 1999 unos ingresos de 13.800 millones de marcos (1,17 billones de pesetas) y unos fondos propios de 1.100 millones de marcos (93.578 millones de pesetas). Este resultado dio la vuelta a las pérdidas que se acumularon en la primera parte del año.

La SEPI indica que con su integración en un grupo internacional, B & W se dotará finalmente de capacidad suficiente para superar un "largo proceso de ajustes de 20 años y evitar su cierre, que hubiera tenido un muy elevado coste [económico], una fuerte destrucción de empleo directo e indirecto, y un impacto negativo en todo el tejido industrial del País Vasco".

La SEPI ha destinado en la última década cerca de 100.000 millones de pesetas a sanear B & W, entre los que se incluye la inyección de capital de 41.000 millones de pesetas decidida en mayo de 1999. Las sucesivas ampliaciones de capital han dado lugar a dos expedientes de la Comisión Europea por vulnerar las normas de la competencia. La última ampliación, en fase de estudio, supone de otro expediente.

La oferta rechazada, la de la estadounidense McDermott, que llegó de la mano de Mecánica de la Peña, era prácticamente calcada a la del grupo alemán. Presenta tan solo pequeñas diferencias en el número de trabajadores que mantendría activos.

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