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Un juez de Miami aplaza al menos hasta marzo el regreso del niño 'balsero' a Cuba

Un juez de Miami rechazó ayer la solicitud de la Fiscalía General de Estados Unidos de que los abogados de los familiares del niño balsero Elián González respondieran en una semana a la petición de anular la demanda para evitar la repatriación a Cuba del menor. El magistrado William Hoeveler, encargado del caso, dictaminó que los abogados del pequeño tenían de plazo hasta el 24 de febrero para responder a la Fiscalía General y que la Fiscalía tiene hasta el 2 de marzo para dar su respuesta. Durante esa semana, el juez fijará una nueva vista y tendrá 10 días para emitir su veredicto final. La decisión del juez Hoeveler supone que en ningún caso el niño volverá a Cuba antes del mes de marzo.

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El magistrado decidió ayer que siete días era un periodo muy corto para que la defensa estudiara el informe, de más de 400 páginas, sobre las razones por las que cuales el Servicio de Inmigración y Naturalización de Estados Unidos (INS) considera que el menor debe ser devuelto a Cuba. Ayer, la Fiscalía General solicitó al juez Hoeveler que desestimara la demanda presentada por los familiares de Elián, en la que piden una orden judicial para detener la deportación a la isla caribeña del niño de seis años. Los abogados de Lázaro González, tío abuelo del menor, pretenden que, una vez conseguida una orden contra la repatriación, el juez pueda estudiar la petición de asilo político para Elián, denegada ya dos veces por el INS. Las autoridades estadounidenses aseguran en su informe que el padre del niño, Juan Miguel González, quiere que regrese con él a Cuba. Al margen de esta iniciativa y tras su breve, tenso y emotivo encuentro en Miami con su nieto, Mariela Quintana y Raquel Rodríguez reanudaron ayer en Washington su propia campaña a favor de que el niño sea devuelto a su padre y a Cuba. Pero sus parientes exiliados también viajaron a la orilla del Potomac a hacer presión, ejercicio típicamente washingtoniano sin el cual no hay manera de hacer prosperar una causa individual o colectiva.

Enfrentamiento familiar

Lázaro González y su hija Marisleysis presionaron a favor de que Elián se quede en Miami. En la noche del miércoles, el enfrentamiento entre las dos ramas de la familia de Elián, la directa que reside en Cuba y la indirecta de Miami, y la tremenda presión política del régimen de Fidel Castro y del exilio anticastrista convirtieron el encuentro de las abuelas con el niño en mucho más dramático de lo que cabía imaginar.

La reunión, sometida a estrecha vigilancia de todas las partes citadas duró 90 minutos. Mariela Quintana y Raquel Rodríguez vieron a su nieto a solas. Los únicos detalles que se conocen del encuentro proceden del testimonio de las monjas dominicas que prestaron su casa para la ocasión y que presenciaron toa la reunión.

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Al principio, Elián, según ese testimonio, estuvo desconcertado al ver a sus abuelas, pero éstas rompieron el hielo comiéndoselo a besos y mostrándole un álbum de fotos familiares de los tiempos cubanos, antes de que el pequeño perdiera a su madre en el intento de escapar de la isla caribeña. El empeño de las abuelas en llevar teléfonos móviles al encuentro provocó los mayores incidentes de la velada. Ellas afirmaron que querían que el niño pudiera hablar con su padre, Juan Miguel González, residente en Cuba, pero el exilio se temía que el objetivo fuera retransmitir la reunión para la emisora cubana Radio Rebelde. El Gobierno de EEUU, que impuso y organizó la reunión, decidió prohibir el uso de los teléfonpos móviles. Aunque las abuelas fueron registradas al entrar en la casa de la monja Jeanne O'Laughlin, consiguieron introducir un móvil. El aparato sonó durante su reunión a solas con Elián, y la familia de Lázaro González, que vigilaba todo desde otra estancia, lo escuchó. El aparato fue confiscado de inmediato.

Tal era la desconfianza de las dos ramas de la familia que O'Laughlin tuvo que enseñarles a unos y otros que "las ventanas no se podían abrir, las puertas no podían ser forzadas, ningún helicóptero podía aterrizar en un falso césped y no había salidas secretas por las que el pequeño pudiera ser escamoteado".

Las abuelas rompieron a llorar cuando Elián abandonó el cuarto donde se había celebrado el encuentro para volver a la casa de su tío abuelo Lázaro González, donde vive desde su rescate del pasado noviembre. Ambas manifestaron ayer que el pequeño "ha cambiado" durante los dos meses que lleva en Miami y se mostraron "preocupadas por él" porque "ya no es el mismo".

Las abuelas están convencidas de que la familia de Miami manipula al niño e insistieron en que debe regresar de inmediato a Cuba, "antes de que cambie demasiado", declaró ayer Joan Brown Campbell, del Consejo Nacional estadounidense de Iglesias protestantes, que auspicia el viaje a EEUU emprendido por ambas mujeres el pasado día 22.

Á la salida del encuentro, aclamado por los 200 manifestantes anticastristas que habían cercado pacíficamente la casa de la monja, Elián hizo el signo de la victoria y declaró eufórico a Radio Mambí: "Mañana me van a hacer ciudadano americano".

"Nada bueno salió de la reunión, a causa de la tremenda politización del caso", declaró ayer la monja O'Laughlin a la NBC quien manifestó su deseo de que el menor permanezca en territorio de Estados Unidos. "Este pobre niño, y quizá también sus abuelas, están siendo peones en manos de intereses políticos", añadió. Y finalizó asegurando: "Antes del encuentro yo estaba a favor de que el niño volviese con su padre, pero lo que vi y sentí me hizo temer por él".

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