Londres concede permisos navideños a más de 120 presos de Irlanda del Norte
La prisión de alta seguridad de Maze, a las afueras de Belfast, quedó ayer prácticamente vacía. Por sus puertas salieron más de 120 presos republicanos y lealistas con un permiso especial de 12 días, concedido por el Gobierno británico como una medida para "afianzar la confianza" entre ambas comunidades norirlandesas.El recinto penitenciario, principal centro de detención y castigo durante los 30 años del conflicto irlandés, alojará durante las fiestas navideñas a dos únicos reclusos y a medio centenar de funcionarios. Entre los liberados se encuentran presos del Ejército Republicano Irlandés (IRA) y de otros grupos republicanos, así como de las organizaciones paramilitares lealistas protestantes.
Algunos de los beneficiados cumplen penas por asesinato, como James McArdle, sentenciado a 25 años por participar en el atentado de Londres de febrero de 1996. La potente bomba que mató a dos personas y destruyó un edificio de la zona de Docklands marcó el fin de la primera tregua del IRA. Penas similares recibieron Sean Kelly, responsable por parte del IRA de la matanza en Shankill Road, un barrio de Belfast, y, entre los lealistas, Michael Stone, que lanzó una granada contra un funeral republicano en 1988.
Los permisos navideños son una costumbre, pero este año, gracias al empuje del proceso de paz, beneficia a un número imprecedente de reclusos. Al menos ocho de los excarcelados no cumplían los requisitos oficiales y salieron de Maze por expresa iniciativa del ministro para Irlanda del Norte, Peter Mandelson. Los tribunales, por otra parte, revocaron ayer la denegación de permiso a tres reclusos de la Fuerza de Voluntarios del Ulster (LVF, en sus siglas en inglés), una organización ambivalente respecto al proceso del paz.
Cierre definitivo de Maze
A este grupúsculo pertenecen los dos únicos presos políticos norirlandeses que pasarán las navidades entre rejas. El Acuerdo de Viernes Santo de 1998, eje del proceso de paz, contempla la revisión gradual de penas y la excarcelación para mayo de 2000 de todos los presos miembros de organizaciones que respetan la tregua. Hasta la fecha, unos trescientos reclusos republicanos y lealistas se han beneficiado de la medida de gracia. El programa continúa pese a la protesta de radicales unionistas que exigen un avance simultáneo en la entrega de armas de los paramilitares.
Alentado quizá por el inicio de los contactos del IRA con la comisión internacional de desarme y en vista a la puesta en marcha del autogobierno de Belfast y de las instituciones transfronterizas, Mandelson confirmó hace días que la cárcel de Maze cerrará definitivamente a finales de 2000. En vísperas de la salida en masa de los presos, sin protestas visibles por parte de la mayoría de la población, el Gobierno ha dado a conocer su estrategia referente a la desmilitarización del Ulster. Mandelson anunció el cierre de dos centros policiales y la revisión del uso de las balas de plástico. Su propuesta incluye la reducción del número de soldados británicos activos en la provincia, en torno a los 15.000 actualmente.
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