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Monleón denuncia que hay textos firmados por Alberti que "no son de él"

El catedrático evoca en Cádiz los últimos años del poeta andaluz

El catedrático de Sociología del Teatro José Monleón tuvo el martes un recuerdo triste sobre el entorno que rodeaba al poeta Rafael Alberti."He visto a Rafael en actos públicos en los que está y no está; mostrando sonrisas que no son tales, del mismo modo que sabemos que hay textos firmados por él que no son de él". Monleón ha participado en las jornadas literarias que se celebran esta semana en Cádiz en homenaje al poeta.

Monleón, que es uno de los máximos especialistas en la dramaturgia de Alberti, pidió para sí una consideración que le enorgullece: la de "amigo de Rafael". En un momento en que el nombre del escritor portuense figura en todos los medios de comunicación por la disputa originada en torno a su testamento, Monleón se mostró consciente de que hacer un repaso académico por su obra teatral no resultaba útil ni oportuno.A medio camino entre la prudencia y la franqueza, el director de la mítica revista Primer Acto se decidió a dar su opinión acerca de las múltiples controversias que rodean durante estos días la memoria de Alberti, eso sí, "evitando la temeridad" o, lo que venía a ser lo mismo, reservándose detalles delicados o difíciles de demostrar.

Con ese propósito, Monleón trazó el perfil de Alberti como el de "un hombre que vivió buscando su sitio hasta el final de su vida, y nunca lo tuvo". "Cuando creía haber llegado, ya tenía que marcharse. Murió como vivió, con la maleta en la mano, sin poder abrirla jamás. Siempre estuvo apostando por todas esas vidas que no pudo hacer".

Visiblemente emocionado, Monleón se colocó al lado de esas amistades veteranas de Alberti que, por diversos motivos, se han sentido desplazadas de su compañía en los últimos años. De mantener una más que cordial relación con el poeta se abrió entre ellos la distancia más fría. "

[Alberti] nos visitaba en nuestra casa de Galapagar, nos dedicaba poemas a mi mujer y a mí, comía aceitunas y adoraba el agua de Vichy", evocó. Luego, Monleón pasó a mirarlo en la distancia, a no recibir contestación a sus cartas.

Y entonces Monleón vio a Alberti "en actos públicos en los que está y no está; mostrando sonrisas que no son tales". Y confirmó sus temores de que algunos textos que firmó el poeta no fueron el fruto de su talento.

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