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Dos cineastas italianos, procesados por ofensas a la religión católica

Los problemas de Daniele Ciprí y Franco Maresco, directores del polémico filme Totó che visse due volte (Totó que vivió dos veces), cuya proyección en las salas italianas fue censurada en un primer momento, parecen no tener fin. Tras los sobresaltos vividos el año pasado a propósito de la exhibición o no de la película que narra en clave iconoclasta y provocadora la vida de Jesús, ahora arriesgan la cárcel. Un juez italiano, Antonio Trivellini, acaba de decidir iniciar un proceso contra ambos cineastas aceptando la denuncia privada presentada hace meses. La acusación que pesa sobre Ciprí y Maresco es "vilipendio a la religión" además de intento de estafa, ya que el filme tenía asignada una ayuda oficial superior al dinero que ha costado, según el magistrado. "Es el juicio más absurdo del mundo", declaraba ayer Franco Maresco a EL PAÍS. "Del dinero asignado no habíamos visto una lira todavía. Las subvenciones del Ministerio de Cultura te las dan después de rodado el filme y uno presenta las facturas correspondientes, y, si has gastado más de lo previsto, te lo tienes que pagar tú, y, si has gastado menos, te dan menos dinero".La otra acusación, "vilipendio a la religión", a Maresco le parece propia de otro siglo: "Tal vez ha estado motivada por las fechas prejubilares que vivimos. Hay gente que quiere ser más papista que el Papa". Lo cierto es que la película fue proyectada sin demasiado éxito en las salas italianas una vez que el veredicto de la primera comisión de censura cinematográfica, que impedía la proyección del filme, fue sustituido por otro a raíz del escándalo que desató el primero.

Totó que vivió dos veces fue exhibida sin más precauciones que la prohibición a menores de 18 años y apenas llovieron las denuncias de "grupos católicos muy conservadores", según Maresco. Denuncias que los cineastas nunca pensaron que pudieran progresar. El jueves, mientras el Papa recibía a una comisión de representantes del mundo del cine, el juez Trivellini decidió que Ciprí y Maresco debían ser procesados. La fecha del juicio ya está fijada: se celebrará el 7 de febrero del 2000. En pleno Jubileo.

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