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DEMOGRAFÍA

Las jóvenes parejas japonesas rompen la tradición y prefieren concebir niñas

Los padres piensan que las hijas les cuidarán mejor cuando sean ancianos

Las niñas se han convertido en el sexo preferido entre las parejas que intentan concebir en Japón, un cambio debido a las profundas transformaciones sociales que se producen en el país. En un histórico rechazo de los valores asiáticos tradicionales, que han dado preferencia al heredero varón, los sondeos muestran que hoy el 75 % de las parejas jóvenes prefieren tener niñas. Piensan que las hijas son más fáciles de educar y además -lo más importante en esta sociedad que envejece a toda prisa- están más dispuestas a cuidar de sus padres cuando sean ancianos.

Muchos japoneses dudan de que la presente generación de niñas cumpla todas esas esperanzas de los padres cuando crezcan. Pero la pasión actual por tener hijas ha generado libros y revistas que se venden como rosquillas, costosos servicios de asesoramiento personalizado para la elección de sexo y clínicas que dispensan una gelatina en supositorios -rosa para ayudar a engendrar niñas, o verde para los niños- a los padres que intentan concebir el hijo de sus sueños."Los chicos no escuchan y son más difíciles de educar", afirma Yumi Yamaguchi, de 27 años. Para mejorar sus posibilidades de concebir una niña, Yamaguchi siguió escrupulosamente los consejos de un popular libro sobre elección de sexo, y se estuvo tomando la temperatura durante todo un año antes de intentar quedarse embarazada. Sollozó de alegría cuando nació su hija Ami, hace 14 meses. "Parece que el vínculo entre madres e hijos es más débil, mientras que las madres y las hijas permanecen unidas toda la vida", asegura.

El doctor Shiro Sugiyama, presidente de la Asociación de Estudios sobre la elección de sexo, a la que pertenecen 800 ginecólogos, calcula que sólo el 2% de las mujeres japonesas que intentan concebir un hijo adoptan medidas para escoger el sexo. Las nuevas preferencias no se han traducido de momento en una variación apreciable en la proporción de recién nacidos de ambos sexos. Ello puede deberse, en parte, a que en Japón no existe posibilidad de hacer un aborto en función del sexo. Aunque es legal hasta la 22ª semana de embarazo, la Sociedad Japonesa de Obstetricia y Ginecología prohíbe a los médicos que revelen el sexo del niño antes de ese plazo, porque preocupa que practiquen abortos para seleccionar un sexo.

En China, Corea del Sur y Taiwan, que dan absoluta prioridad a los varones, se cree que los abortos de fetos femeninos son responsables de haber creado un enorme excedente de varones, un desequilibrio en la población que podría resultar desestabilizador para la sociedad cuando los chicos se encuentren con que no hay mujeres con las que casarse.

En China, hoy día, hay 118 niños por cada 100 niñas menores de cino años. En Corea del Sur, pese a la implantación de severos castigos a los médicos que efectúen comprobaciones prenatales del sexo, en 1990 nacieron 117 varones por cada 100 mujeres, y un estudio reciente estima que ese año se abortaron unos 30.000 fetos femeninos. En Taiwan, la proporción de niños respecto a las niñas en 1990 fue de 110 a 100. En Japón, sin embargo, el año pasado nacieron 105,4 varones por cada 100 niñas, una pauta que no ha variado desde 1899 y que coincide con la mundial.

© Los Angeles Times

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