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Romay confirma fallos constructivos en el hospital Valdecilla que "no se podían prever"

El ministro de Sanidad, José Manuel Romay Beccaría, confirmó ayer que la causa del derrumbe de una fachada del hospital Marqués de Valdecilla de Santander, que costó la vida a cuatro trabajadores, fue un fallo en algún elemento constructivo. Pero Romay señaló que "no se podía prever" la caída porque se produjo "súbitamente, sin aviso". El director gerente del hospital, Ignacio Iribarren, confirmó que la fachada no había sido "nunca" revisada desde su construcción en 1974. Javier Puente, de UGT de Cantabria, replicó: "Decir que se cayó porque hacía viento y llovía es hacer el ridículo".

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El ministro insistió en que se continuará la investigación para aclarar las causas del siniestro y determinar dónde "pueden estar los fallos constructivos o la fatiga de algunos materiales", errores que, en todo caso, nadie había advertido. El ministro reiteró que no se ha encontrado ningún informe de los sindicatos advirtiendo del mal estado de las fachadas y que no había indicios que pudieran hacer sospechar el accidente. Romay hizo estas declaraciones tras reunirse con el gabinete de crisis del hospital Marqués de Valdecilla, la dirección del centro y el presidente de Cantabria, José Joaquín Martínez Sieso; y visitar las capillas ardientes de los cuatro trabajadores fallecidos en el siniestro. Romay aseguró que se va a invertir en el hospital "lo que haga falta", aunque recordó que antes del accidente había una previsión de 8.000 millones de pesetas, recogidos en el plan director, para remozar el hospital y para "ponerlo en sus mejores condiciones de funcionamiento".

El ministro, que afirmó que su departamento está dispuesto a anticipar algunas de las actuaciones previstas en el plan director, apuntó que se realizará un estudio para determinar si es necesario hacer inversiones en otras fachadas del complejo. Si del informe técnico se deduce que hace falta intervenir, se realizarán las obras con urgencia y rapidez, añadió.

Destacó que ha dejado claro a la dirección del centro que lo prioritario es la seguridad del hospital, por lo que cualquier actuación que sea necesaria para garantizarla, apuntó, se realizará de inmediato. Romay afirmó que es "una prioridad absoluta, y el hospital tendrá el apoyo más decidido del Insalud y del Ministerio", para recuperar su capacidad asistencial y la operatividad del edificio afectado. Según Romay, los técnicos están revisando las otras fachadas construidas con la misma técnica que la empleada en la siniestrada para ver si hay que acometer alguna actuaciones, aunque descartó su derribo. Ayer mismo se tiró la parte de fachada noroeste del edificio de traumatología que no se desprendió el martes.

Las impresiones de los representantes del Ministerio de Sanidad chocaron frontalmente con las críticas sobre falta de previsión efectuadas por sindicatos, el comité de empresa del hospital y otras organizaciones. "Es una irresponsabilidad total. No se puede comprender cómo reconociendo que el revestimiento de la fachada no cumplía los requisitos de seguridad necesarios, no se tomaran medidas rápidamente", incidió Víctor Velasco, delegado de UGT. Tanto él como otros miembros del comité de empresa del centro sanitario resaltaron que no se puede culpar al viento "porque el viento sopló en muchos lugares y sólo tiró esa fachada".

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UGT y CC OO han anunciado que se personarán como acusación particular en la investigación abierta por el Juzgado de Instrucción número 3 de Santander.

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