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COMUNIDAD DE MADRID

Ruiz-Gallardón y Villapalos, radicalmente en contra

La implantación de la jornada continua en los colegios públicos madrileños no convence al presidente de la Comunidad de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, ni al consejero de Educación, Gustavo Villapalos, los únicos con capacidad legal para establecerla. Ruiz-Gallardón ha llegado a acusar a los padres de Alcalá de Henares de "utilizar" a sus hijos en beneficio de sus propios intereses. En opinión del presidente regional, la medida sería perjudicial para la formación de los niños y representaría "un golpe del que sería difícil que se recuperase el sistema educativo público".Según sus detractores, el horario continuo fomenta la "discriminación" entre los padres que pueden costear las actividades extraescolares de sus hijos y los que no tienen esa posibilidad. "Ese sistema sólo puede mejorar la calidad de vida de determinados padres", remarca Ruiz-Gallardón, "pero nunca la de los estudiantes". Y lanza una advertencia: "No voy a consentir que se rompa el sistema público. Reconozco que la pretensión de esos padres es legítima, pero perjudica la formación de sus hijos". Los padres, profesores y sindicatos que defienden la jornada continua están cometiendo "un error", según el presidente madrileño. "No quiero sospechar que el origen de todo sea buscar algunas actividades de sobresueldo" por parte de los profesores, insinúa.

Cambio a la concertada

El consejero de Educación, Gustavo Villapalos, teme que la implantación de un solo turno en los colegios provoque que el 25% de las familias madrileñas cambien a sus hijos a un colegio concertado con horario de mañana y tarde. Sus peros a la propuesta son pedagógicos, laborales y económicos. "La jornada continua no es buena para el aprendizaje de los niños ni para la mayoría de los padres, pues hay muy pocos que trabajen sólo en turno de mañana". No obstante, dice comprender el punto de vista de los docentes que reclaman el horario continuado "para tener más tiempo para preparar las clases".En el plano económico, la jornada continua provocaría un estropicio en el bolsillo de los padres y en las arcas regionales: "La Comunidad no puede pagar a personal que se ocupe de los chavales por la tarde en sustitución de los profesores", avisa Villapalos.

El Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, Javier Urra, también ha terciado en la controversia y sólo acepta la jornada continua en el supuesto de que lleve aparejadas actividades extraescolares vespertinas en los colegios "que hagan compatible el horario escolar con la planificación laboral de los padres".

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