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El presidente de Alvalle entra en prisión por un supuesto fraude a la UE

De empresario modelo a acusado en menos de un año

La juez titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Murcia, María Concepción Roig, ha decretado la prisión provisional sin fianza para José María Casanova, presidente de la empresa Alvalle, para no perjudicar el desarrollo de la investigación que aún sigue abierta para determinar el fraude cometido entre los años 1991 y 1997 en la percepción de ayudas de la UE.

La orden de ingreso en la cárcel del empresario murciano se produjo en la madrugada de ayer viernes y se le acusa de un presunto fraude de 200 millones de pesetas. Durante el interrogatorio al que fue sometido el principal accionista de Alvalle, éste negó su participación en los hechos de los que se le acusan, según los cuales su empresa habría cometido fraude al declarar haber transformado en zumos una cantidad de naranjas mayor de las realmente consumidas para cobrar sus subvenciones.La orden de prisión provisional sin fianza argumenta que la puesta en libertad del empresario "podría perjudicar la instrucción de la causa, así como eludir la acción de la justicia". El fiscal encargado de la investigación, José María Alcázar, señala que el empresario ha ido a la cárcel "porque es el máximo responsable de los hechos denunciados" aunque añadió que "su estancia en prisión no será muy larga".

El abogado del empresario, Ángel Bermejo, presentó ayer ante el juzgado un recurso contra el auto de prisión para que José María Casanova sea puesto en libertad en los próximos días. De las nueve personas que han sido imputadas en este asunto, cinco pudieron eludir la prisión aportando fianzas que oscilaron entre las 100.000 pesestas impuestas a los funcionarios y el millón de pesetas que el juzgado impuso a dos altos cargos de la firma murciana. Entre los implicados en este presunto caso de fraude en las subvenciones de la Unión Europea figuran un agricultor y su esposa, dos corredores de fincas (uno de ellos no ha sido aún detenido) y un abogado.

Las investigaciones que han sido dirigidas por la Guardia Civil aún no han concluido, por lo que no se descartan nuevas detenciones. Los hechos ahora perseguidos por la justicia fueron denunciados la pasada primavera ante la Fiscalía de la Audiencia Provincial de Murcia por el sindicato CC OO. Esta denuncia fue trasladada por el eurodiputado de IU Pedro Marset a la Comisión Europea quien a su vez pidió a la Unidad de la Lucha Antifraude de la Unión Europea que investigara los hechos. El presidente de la comunidad autónoma de Murcia, Ramón Luis Valcárcel, se apresuró ayer a indicar que el presunto fraude no tiene que ver nada con su Gobierno y reconoció que el asunto puede perjudicar la imagen de Murcia ante la Unión Europea. Valcárcel precisó que los tres funcionarios implicados, Jesús Cepedo, Herminio Rivero y Fernando Abab, pertenecían a la Administración Central cuando ocurrieron los hechos y expresó su apoyo tanto a la justicia como a la Delegación del Gobierno en Murcia para que llegue hasta el final en el esclarecimiento de los hechos. El presidente de Murcia dijo que "siempre es decepcionante que se cometan fraudes aunque en el estado de Derecho hay que pensar en la de presunción de inocencia.

Ascenso y caída del 'rey del gazpacho'

José María Casanova, presidente de Alimentos del Valle, está pasando en estos momentos el trago más amargo de su vida. Este mismo año, este ingeniero recibía el Premio Príncipe Felipe a la Excelencia Empresarial como reconocimiento al esfuerzo tecnológico y, la noche del pasado jueves, de madrugada y con el rostro cubierto, salía de prestar declaración ante el juzgado de guardia para ingresar en la prisión de Sangonera (Murcia) acusado de un presunto delito de fraude continuado a la UE. El rey del gazpacho envasado en tetra-brik y fundador de la marca de zumos Alvalle prueba estos días el menú destinado a los reclusos, en su condición de preso preventivo.¿Cómo se explica que un empresario de este renombre sucumbiera, presuntamente, a la tentación de manipular el pesaje de las naranjas para su transformación en zumos, con el fin de percibir mayores subvenciones de la Unión Europea? Para explicarlo hay que remontarse al periodo investigado (1991-1997) donde se han detectado las presuntas irregularidades contables. En aquellos momentos, la firma Alvalle atravesaba una situación delicada, marcada "por la recesión del 93", según confensó el propio empresario.

Aquellacrisis llevó a Casanova a poner en venta la empresa, siendo el primer interesado en la compra el grupo Puleva, que encargó una auditoría de Alvalle a la consultora Ernest & Young, informe que desaconsejó la operación, ya que ponía en entredicho la contabilidad de la empresa murciana. Alvalle declaraba al Ministerio de Agricultura un 45% más del total de kilos de naranjas que transformaba en zumos. Esta irregularidad suponía unos ingresos de 167 millones de pesetas de más en Alvalle entre 1996 y 1997.

Para salir al paso de los rumores que entonces circulaban sobre este affaire, Alvalle reintegró al Fega (Fondo Español de Garantía Agraria) un aval de 200 millones de pesetas en noviembre de 1997 con la finalidad de acogerse a la "escusa absolutoría", eximente prevista por la normativa europea para las irregularidades cometidas en la percepción de ayudas comunitarias.

Meses después, la multinacional Pepsico formalizó la adquisición de la empresa fundada por Casanova a principios de los noventa por la suma de 1.600 millones de pesetas, con la condición de que el ingeniero murciano siguiera al frente de la firma.

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