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El PSOE tramita la expulsión de los dos ediles de Móstoles que han huido al grupo mixto

La Federación Socialista Madrileña (FSM) empezó a tramitar ayer el expediente de expulsión del partido de los ediles díscolos de Móstoles, Mariano Bonilla y Carlos Gallo, que se han pasado al grupo mixto. Ambos tacharon ayer de "cínico e hipócrita" al secretario general de la FSM, Jaime Lissavetzky. Están hartos de las "componendas familiares en el Ayuntamiento", de los "ediles endiosados" y de la "afición del alcalde por los titulares de prensa". Pese a todo, no cederán sus actas de concejal ni se plantean avalar una moción de censura (del PP).

La situación de Móstoles es insostenible; el gobierno del municipio va a la deriva y carece de estabilidad, objetivos claros y viabilidad". Carlos Gallo y Mariano Bonilla le hicieron este retrato de la situación política municipal "hace un mes y medio" al secretario general de la FSM, que se quedó impasible. "De modo que es falso que Jaime Lissavetzky y el alcalde, José María Arteta, no estuviesen avisados de la posibilidad de nuestro ingreso en el grupo mixto", declararon tajantes. Ahora que ya han dado el paso, no temen ser expulsados del partido: "Lissavetzky se puede quedar con nuestros carnets, pero nunca con nuestra ideología, ni puede encadenar nuestra libertad", afirmaron. Gallo y Bonilla reprocharon al secretario de la FSM una falta de contundencia, pese a que Móstoles es la vigésimo tercera ciudad española en número de habitantes. "Así le va al PSOE en todo Madrid con un secretario como éste", lamentaron. Los dos concejales aludieron ayer a motivos políticos y de gestión para justificar su renuncia al grupo socialista. Para empezar, criticaron las "formas y actitudes" de algunos ediles del PSOE "que se han endiosado porque llevan muchos años pisando moqueta y con coche oficial" y que no han entendido, a su juicio, que la política está "para servir a los ciudadanos y no para servirse del cargo". Después expresaron su desagrado por "las componendas políticas familiares que se han formado en el Ayuntamiento de Móstoles, a la sombra del actual alcalde". Como ejemplos, citaron la ratificación "a sangre y fuego" del gerente de la empresa municipal Empesa, Pedro Fernández, padre de la concejal de Hacienda, Pilar Fernández, y el caso del director de Promoción Económica, Carlos Díaz Cao, marido de la edil de Educación, Palmira López. Además, el regidor ha nombrado cargos de confianza "faltos de experiencia", según Bonilla, "que imponen a los ciudadanos un gravamen innecesario" (el Ayuntamiento creó al principio del mandato una treintena de cargos de confianza que costarán 100 millones al año).

En el plano de la gestión municipal, los díscolos se refirieron al metrosur, el parque Prado Ovejero y el Plan General de Ordenación Urbana de Móstoles. El suburbano sureño ideado por el presidente regional, Alberto Ruiz-Gallardón, les parece "un excelente proyecto" al que Arteta se opone "para conseguir titulares de prensa", a sabiendas de que las dos estaciones extras que pidió "son técnicamente inviables". Como modelo de la gestión Arteta, Bonilla esbozó el caso del parque Prado Ovejero, que no se puede inaugurar porque, según dijo, en el proyecto "no se tuvo en cuenta el caudal de agua necesario para regar el césped". "Ahora nos encontramos con un parque sin apenas zonas verdes y que necesita 90 millones más de lo presupuestado si se le quiere poner remedio", protestó el concejal. "El Plan General está paralizado, y eso hipoteca el futuro de Móstoles", remató.

El aluvión de razones enarboladas por los dos dimisionarios decepcionó al regidor mostoleño. "Los motivos son tristísimos e inaceptables, y ponen de manifiesto que estos concejales se acaban de incorporar a un equipo de gobierno", opinó Arteta. "Todas las ciudades tienen problemas, obras y situaciones complicadas que se van resolviendo, por lo que no veo razón para que pretendan torcer la voluntad de los mostoleños llevándose las actas al grupo mixto", añadió.

Sobre la moción de confianza reclamada por el PP en la oposición, el alcalde dijo que no se puede aplicar. "Sólo sirve para cuatro supuestos: un plan general, un reglamento orgánico, un presupuesto o unas ordenanzas fiscales, y el caso actual no encaja", aclaró. Eso le valió para volver a recordar al PP que "reflexione y no trate de llegar a acuerdos [moción de censura] con personas que no saben muy bien lo que pretenden".

La Federación Socialista Madrileña acordó ayer abrir un expediente a los dos concejales tránsfugas de Móstoles y proponer al órgano federal del partido su expulsión del PSOE. Según el secretario de relaciones institucionales, Enrique Echegoyen, el primer paso del proceso consiste en citar a ambos ediles para que ratifiquen su postura ante los secretarios de organización y relaciones institucionales del partido. Para Echegoyen, los dos tránsfugas "no tienen una razón fundada para dejar el grupo, y, por ética, deberían ceder sus actas".

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