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Una empresa de EE UU ofrece apuntes gratis por Internet

Juan Antonio Carbajo

Oran Wolf, un emprendedor licenciado de la Universidad de Tejas, de tan sólo 27 años, ha hecho realidad el sueño de todo estudiante: servir los apuntes de clase a domicilio, gratis y con tan sólo 24 horas de demora. Wolf ha creado una red de recogedores de datos que asisten a los principales cursos de 62 universidades estadounidenses. Al día siguiente, el resumen de la clase está en Internet a disposición de los alumnos que previamente se hayan inscrito al servicio.La comunidad educativa ha reaccionado de forma dispar ante el supuesto chollo. Hay profesores que ven una oportunidad para la autocrítica. "Si un estudiante puede cumplir las exigencias de un curso desde casa con este sistema, eso significa que ese curso debería ser distribuido en un libro. No haría falta tener a nadie de pie echando una perorata que al parecer se supone que es la misma año tras año", señala Mark Edmundson, de la Universidad de Virginia.

Otros creen que este sistema debe caer en algún tipo de ilegalidad. "Ofrecer versiones sin mi permiso y sin mi control, y posiblemente con errores, del material educativo que he preparado para un determinado contexto intelectual me parece algo potencialmente ilegal", opina un profesor de Antropología de la Universidad de Boston. "La universidad debería plantear alguna acción legal contra ello", sugiere.

45.000 pesetas al mes

Cada uno de los tomadores de apuntes de Wolf recibe unas 45.000 pesetas al semestre y unas 32.000 pesetas por cada cinco clases resumidas. "Es una manera realmente fácil de ganar dinero. Total, tengo que venir a clase y coger apuntes de todas formas", explica uno de los redactores de Wolf.

"Los mejores tomadores de apuntes no son necesariamente los mejores estudiantes. No sé la razón, pero este tipo de alumnos no obtienen buenos resultados en las pruebas de selección. Además, el principal requisito que deben tener es que asistan a clase religiosamente", dice el joven empresario, que pretende recuperar su dinero exclusivamente con los ingresos derivados de la publicidad inserta en sus páginas de Internet.

Wolf defiende su iniciativa, que está en la red desde hace apenas un mes, porque cree que va a ser de gran ayuda para que los estudiantes cotejen y amplíen sus propias notas o recuperen alguna clase perdida por enfermedad. Contra el supuesto abuso del servicio, la propia página (www.studentu.com) advierte a sus usuarios de la importancia de asistir a clase y de que los propios apuntes pueden estar sujetos a contingencias varias: "Imagina que al redactor de los apuntes le toca la lotería o se va a las islas", explica el aviso con sorna. "Es muy posible que imprevistos como éstos provoquen que las páginas no se puedan confeccionar durante un tiempo. Nosotros coincidimos con padres, profesores y educadores en que hay que asistir siempre a clase con el propósito de atender".

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