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El Gobierno andaluz destituye a su delegado en Córdoba

,El delegado del Gobierno de la Junta de Andalucía en Córdoba, Luis Hidalgo, será relevado hoy por una decisión de la consejera de Gobernación, Carmen Hermosín, que cuenta con la aprobación del presidente de la Junta, Manuel Chaves, según explicó ayer el propio Hidalgo. El puesto será ocupado por el hasta ahora director general de Trabajo, Antonio Márquez. El cese de Hidalgo supone un nuevo pulso perdido por el secretario general socialista, José Mellado, quien propuso al hasta hoy delegado. No obstante, el fantasma de la crisis interna se mantiene alejado y no se atisban más cambios hasta la celebración del próximo congreso provincial. "Mañana me van a cesar como delegado del Gobierno". De esta forma, sin mayores rodeos, Hidalgo se despidió del cargo. Evitó hacer valoraciones políticas y se limitó a expresar su lealtad al partido socialista. Según aseguró, no ha pedido explicaciones y se ha limitado a acatar la decisión. "No me deben nada. Igual que me nombraron sin yo pedirlo, me cesan sin yo pedirlo", dijo. Por su parte, el secretario general del PSOE de Córdoba, José Mellado, quien en su día propuso para el puesto a Luis Hidalgo, restó importancia al hecho de que la destitución se produzca a escasos meses de los comicios autonómicos y negó cualquier síntoma de crisis en su partido. Mellado aseguró que el cese de Hidalgo responde a las intenciones de la ejecutiva regional de provocar un "revulsivo" en la ciudad de Córdoba, donde, desde 1993, el PSOE no ha conseguido ganar ni una sola elección. El secretario general explicó que la elección de Márquez como sustituto de Hidalgo se ha producido tras la propuesta del mismo por la propia ejecutiva provincial y rechazó que se haya producido una falta de entendimiento entre la dirección del PSOE en Córdoba y los dirigentes regionales. No obstante, cada vez es más claro que algo se mueve en el partido socialista en Córdoba. Si ahora ha sido la destitución del hombre de confianza de Mellado, hace escasos meses, las discrepancias entre el secretario provincial y los dirigentes regionales se pusieron de manifiesto en la elección del presidente de la Diputación. José Mellado propuso para el cargo a la diputada nacional y concejal en el Ayuntamiento de Córdoba, Carmen Montes, lo que supuso una rebelión entre los alcaldes socialistas de las principales localidades de Córdoba. Finalmente, Mellado tuvo que retirar su propuesta, ocupando el puesto Matías González.

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