_
_
_
_
_
COMUNICACIÓN

Francia prepara una ley restrictiva para los fotógrafos de prensa

El juego sucio y el amarillismo pasan factura a los profesionales de la cámara

Las alarmas llevan sonando desde hace unos años, pero es ahora cuando los fotógrafos de prensa franceses han lanzado su grito, exasperados por los cientos de procesos en curso y a la vista de las nuevas restricciones establecidas en el proyecto de ley de la ministra de Justicia, Élisabeth Guigou. "En Francia ya no hay libertad para las imágenes", "la calle ha dejado de ser el espacio abierto a las cámaras", han proclamado en Perpiñán ante los 4.000 profesionales internacionales que han asistido al festival Visa, la meca anual del periodismo fotográfico. El caso Lady Di ha tenido un impacto catastrófico, y no sólo para los paparazzi. Los abusos, el amarillismo, el juego sucio, están pasando al conjunto de la profesión una gruesa factura en forma de descrédito y limitaciones crecientes.

La actitud de buena parte de los jueces franceses que anteponen el derecho a la imagen individual sobre el derecho a la información ha desestabilizado las estructuras laborales de los fotógrafos. No es exagerado decir que cualquiera que reconozca su rostro en una fotografía de prensa, incluso en la más inocente, puede aspirar a una indemnización.

Los ejemplos de sentencias desconcertantes se amontonan en la misma medida en que proliferan en la prensa las figuras de ojos tachados. Un adolescente que lleva pintado en el rostro una consigna anti-Le Pen es fotografiado a la cabeza de una manifestación contra el Frente Nacional; su familia reclama y obtiene 200.000 francos (cinco millones de pesetas) de indemnización. Cuatro jóvenes magrebíes posan antes las cámaras con sus carnés de identidad y títulos de votantes y años después consiguen una suma de 50.000 francos.

Claro que tampoco faltan los asuntos de clamorosa desidia, como el pescador que encontró su foto en un reportaje sobre el sida, la jovencita que apareció implicada en un asunto de consumo de tranquilizantes, la pareja de padres asociada al problema de la esterilidad o las chicas de origen magrebí que ilustraron un artículo sobre la virginidad de la mujer árabe ante el matrimonio...

Mientras las imágenes artificiosas, trucadas, ficticias y los montajes virtuales menudean en los medios informativos, el Gobierno de París se dispone a prohibir la publicación de fotografías que muestren a los detenidos preventivos, esposados o sujetos por los policías, en nombre de la presunción de inocencia.

Si el proyecto de ley, aprobado en primera lectura, sale adelante, también la reproducción de las circunstancias de un delito que "atente a la dignidad de una víctima" será prohibida y sancionada con 2,5 millones de pesetas.

La Asociación Nacional de Periodistas Reporteros-Fotógrafos y Cineastas (ANJRPC) y una serie de medios informativos encabezados en la pelea por Paris Match denuncian que en la Francia de 1999 no puede publicarse una foto como la que el 5 de junio de 1968 mostró al asesinado Bob Kennedy moribundo en un hotel de Los Angeles. A las pruebas se remiten. La familia de Claude Erignac, el prefecto de Córcega asesinado el 6 de febrero de 1998, ha ganado en los tribunales la demanda que interpuso por la publicación de la fotografía en la que la víctima se encuentra yacente sobre el asfalto de Ajaccio.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_