Vidal-Quadras: "Maragall y Pujol son el mismo perro con distinto collar"
El eurodiputado del Partido Popular (PP) y presidente de Convivencia Cívica Catalana (CCC), Aleix Vidal-Quadras, disipó ayer todas las dudas que se habían abierto en torno a su supuesta connivencia con el candidato socialista a la presidencia de la Generalitat, Pasqual Maragall. Vidal-Quadras aseguró ayer que la opción de Maragall no supone ningún cambio respecto a las políticas de fomento de la "nación tribal" que a su juicio impulsa el nacionalista Jordi Pujol desde hace 19 años. "Pujol y Maragall son los mismos perros con distintos collares", sentenció. El ex líder del PP de Cataluña compareció junto a otros dirigentes de Convivencia Cívica Catalana -entre ellos el socialista Julio Villacorta- para denunciar que esta entidad "no encuentra síntomas" que permitan conjeturar que el 17 de octubre existan posibilidades de "salir de una sociedad ahogada por la obsesión identitaria". "Lamento decirlo, pero como plataforma queremos dejar claro que si se produce el cambio [bajo el liderazgo de Maragall], será un simple recambio". Los dirigentes de CCC advirtieron a los ciudadanos críticos con la política nacionalista que no den su voto al Partit dels Socialistes (PSC) y a Pasqual Maragall. "Si el cambio es el que parece, resultará un engaño de grandes proporciones a ciudadanos de Cataluña que de buena fe creen que están impulsando un cambio", añadió el eurodiputado del PP, quien explicó que habían llegado a estas conclusiones tras analizar las propuestas programáticas lanzadas por Maragall y la composición de su lista electoral, que no incluye a Julio Villacorta ni a ningún simpatizante de CCC. Villacorta -miembro del consejo nacional del PSC- fue aún más duro que Vidal-Quadras con la propuesta de su propio partido y de Maragall. Sobre el programa afirmó que se fragua en torno a una "simbología anoréxica de contenidos no precisos" y se refirió a Ciutadans pel Canvi como "una entidad que no se sabe quién la forma ni quién la controla". Villacorta tildó la coalición entre el PSC y Ciutadans pel Canvi como un "golpe de mano de dudoso valor democrático".
