Bicho raro
Debo de ser un bicho raro, porque -lo confieso- no me emociona en absoluto ese acontecimiento mundial que va a ser el cambio de año-lustro-década-siglo-milenio (¿se me olvida algo?), y que nos tocará vivir dos veces (no se pondrán de acuerdo los que consideran que las décadas empiezan en 0 o en 1). No sólo no me emociona, sino que ya empieza a exasperarme la coletilla "a las puertas de...", "el último del..." y similares de las que tanto abusan medios de comunicación y publicidad. Me consolaba pensando que dentro de cuatro meses se calmaría tan original forma de resaltar los hechos y productos, pero me he dado cuenta de que después vendrá lo mismo en sentido contrario, y lo que hoy es "último", mañana será "primero". Ya veo los titulares: El primer niño/a del milenio, El primer terremoto, El primer presidente de Gobierno, El primer gol, etcétera.Parece que todavía no nos hemos dado cuenta de que sólo una parte de los humanos "vivimos" en el año 1999. La cronología de árabes, judíos, chinos (por poner un ejemplo) no coincide con la nuestra, pero tenemos la costumbre de trasponerlo todo al ámbito mundial. Así pues, el reciente eclipse total, que se pudo ver en Europa, Oriente Próximo, Arabia y la India (abarcando curiosamente cuatro de las principales religiones del planeta), sólo fue el último del milenio para nosotros, civilizados "occidentales".-