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CORRUPCIÓN EN MOSCÚ

La fiscalía rusa estudiará si hay que investigar el blanqueo de 2,5 billones en EEUU

Vladímir Ustínov, el fiscal general ruso en funciones, declaró ayer que las investigaciones abiertas en relación con "los escandalosos casos de Mabetex y Aeroflot no se han cerrado y continúan normalmente". Tanto es así, que los jefes que investigan ambos casos viajarán la próxima semana a Suiza a invitación de la Fiscalía de ese país. Al mismo tiempo, Ustínov señaló que se van a estudiar los datos revelados en la prensa sobre el presunto lavado por la mafia rusa de 15.000 millones de dólares (2,5 billones de pesetas) a través del Bank of New York, y no excluyó que se decida abrir una investigación criminal.

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"Pero para esto, primero es necesario estudiar todo detalladamente, y, ante todo, ésta es una tarea que deben realizar los servicios secretos, los nuestros y los extranjeros", declaró Ustínov. "Si se determina que hubo delito y en él están mezclados ciudadanos u organizaciones rusas, entonces estaremos obligados a instruir una causa criminal", señaló Ustínov, antes de agregar que los departamentos correspondientes del Ministerio del Interior y del Servicio Federal de Seguridad ya han recibido la orden de "comprobar los datos relacionados con las actividades de un grupo criminal transnacional". Según informó el periódico USA Today, miembros del Gobierno ruso y Tatiana, una de las hijas de Borís Yeltsin, estarían vinculadas a la red de lavado del dinero mafioso recién descubierta.El grupo criminal al que se refiere Ustínov es, por supuesto, el de Semión Moguilévich, fundador de la empresa Benex Worldwide, a cuyo nombre están las multimillonarias cuentas abiertas en el Bank of New York. Moguilévich, conocido como Seva o Senia en el mundo criminal ruso, es un conocido mafioso que controlaba todo el contrabando de productos de las ex repúblicas soviéticas que llega a Occidente por la República Checa.

En la esfera de intereses de Moguilévich figuran desde piedras preciosas hasta trata de blancas, sin faltar las drogas ni el tráfico de armas. Pero su especialidad es el lavado de dinero. Sin embargo, en contra de lo afirmado en la prensa norteamericana, nunca ha pertenecido a Sólntsevo, la principal organización mafiosa rusa; estudió economía en la Universidad de Lvov y tiene la ciudadanía israelí y la húngara. Las operaciones en el Bank of New York se habrían realizado con la colaboración de dos altas responsables del banco de origen ruso: Lucy Edwars y Natasha Gurfinkel Kagalovski (Natalia Kagalóvskaya-Gurfinkel en Rusia). Ayer, el Bank of New York comunicó que Edwars ha sido despedida por violar las normas internas del organismo, falsificar informes bancarios y no colaborar en la investigación. Gurfinkel ha sido suspendida de empleo y sueldo hasta que todo el asunto se aclare.

Altas conexiones

La primera trabajaba en la representación del citado banco en Londres. Nacida en Rusia, se casó con un estadounidense y se hizo ciudadana de EEUU, para después divorciarse y casarse con un ruso, Peter Berlin, que a su vez se naturalizó estadounidense. La segunda, que ocupa el cargo de vicepresidenta del Bank of New York, es de San Petersburgo y está casada con Konstantín Kagalovski, conocido economista que en los noventa fue asesor del Kremlin y representante de Moscú ante el Fondo Monetario Internacional (FMI); posteriormente fue vicepresidente del Banco Menatep, uno de los tantos que han quebrado en Rusia, y ahora figura como vicepresidente de la petrolera Yukos. Es precisamente la figura de Kagalovski la que hace pensar en la conexión con las autoridades rusas y con el dinero del FMI. Pero éste lo niega todo en una entrevista publicada ayer por el diario Kommersant. Konstantín conoció a Natasha cuando trabajaba en Washington en el FMI, en 1993: como él mismo cuenta, la sede del FMI y del Banco Mundial están una enfrente de la otra, y cuando un día iba a su oficina, vio a un amigo suyo del Banco Mundial que conversaba en la calle con una atractiva mujer: "Me acerqué e hice como que quería saludar a mi amigo; al poco rato, él se fue y nos quedamos solos". En aquel tiempo, Konstantín ya estaba separado de su primera mujer. Poco antes de regresar a Moscú, en otoño de 1994, la pareja se casó en Nueva York.Kagalovski afirma que no se puede robar ni blanquear el dinero del FMI, ya que sus créditos van para aumentar las reservas en divisas del país. "Este dinero se coloca en una cuenta del Banco Central en un banco occidental serio. En el acuerdo se fija la cifra de las reservas en divisas que el país debe cumplir. Si el acuerdo es violado, el programa se suspende y se aplican sanciones", explica. Kagalovski asegura que ni él ni su esposa conocen a Moguilévich ni a Berlin.

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Mientras tanto, Borís Berezovski, el influyente magnate implicado en el supuesto desvío de divisas de Aeroflot, ha aprovechado el nuevo escándalo en el que se han visto envueltos Borís Yeltsin y sus hijas para atacar al alcalde de Moscú, Yuri Luzhkov, visto por el Kremlin como el rival en las futuras elecciones. "El escándalo ha sido inspirado desde Moscú", dijo Berezovski, nombrando a "Luzhov y su entorno", al tiempo que calificó de "absoluta provocación" las aseveraciones de que Yeltsin y sus hijas (Elena Okúlova y Tatiana Diachenko) hubieran dispuesto de tarjetas de crédito pagadas por una firma relacionada con la empresa Mabetex, dirigida por Bahgjet Pacolli.

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