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Ruiz-Gallardón lleva por primera vez las clases de religión a la formación profesional

El Gobierno de la Comunidad Madrid ha accedido a que las clases optativas de religión y moral católica lleguen también a la formación profesional. Por primera vez, una comunidad autónoma ha decidido ampliar el alcance de estas clases, que hasta ahora se circunscribían a las enseñanzas obligatorias (primaria y secundaria) y al primer curso de bachillerato, a otra etapa formativa. El presidente regional, Alberto Ruiz-Gallardón, del Partido Popular, asume así los criterios tradicionales de las autoridades eclesiásticas, que siempre soñaron con incluir sesiones lectivas de religión en la formación profesional.La novedad figura en el Convenio General de Cooperación sobre Enseñanza Religiosa Católica, que Ruiz-Gallardón firmó el pasado 22 de marzo con el cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela. En aquel momento, el documento se presentó como una prolongación poco más que protocolaria de los acuerdos suscritos entre el Estado y la Santa Sede vaticana en enero de 1979.

Pero la sorpresa salta en el artículo 2, que reza literalmente así: "En el marco de las competencias del Estatuto de Autonomía de la Comunidad de Madrid, se aplicarán cuantas medidas sean precisas para garantizar el derecho que asiste a los padres, en los centros educativos de educación infantil, primaria, secundaria obligatoria, bachillerato y ciclos formativos de grado medio de formación profesional, a que sus hijos reciban la enseñanza de la religión y moral católica en condiciones equiparables a las demás disciplinas fundamentales". Un artículo más abajo se repite la misma relación de etapas educativas, y ahí vuelve a aparecer el grado medio de FP, correspondiente a alumnos de 17 y 18 años.

El portavoz educativo del PSOE en la Asamblea de Madrid, Adolfo Navarro, ya ha pedido la "retirada inmediata" de este convenio, que calificó de "arcaico" e "inaudito". PASA A LA PÁGINA 3

"Obsesión arzobispal"

Educación aduce que el convenio es un "error" y que no llegará a aplicarse

Mientras tanto, el compromiso de la Comunidad con el arzobispado goza a día de hoy de plena vigencia. Y con su contenido no se mostró menos crítico que el PSOE el secretario general de Comisiones Obreras en el ramo educativo, Jaime Cedrún. Este responsable sindical tachó la novedad en torno a la formación profesional de "anacrónica", e ironizó: "Ahora resulta que el señor Ruiz-Gallardón, que va del presidente más moderno de Europa, actúa como un perfecto retrógrado y se compromete y hasta se entrega en brazos del cardenal Rouco Varela". A juicio de Cedrún, el Gobierno madrileño "ha llegado mucho más lejos de lo que ha osado nunca el Ministerio de Educación", y lo ha hecho "sin consultar a nadie, de forma casi clandestina".El líder sindicalista advirtió de que el asunto de la formación profesional no es, a su juicio, el único aspecto censurable del documento. "También se ponen los centros de formación del profesorado, que hasta ahora han funcionado muy bien, a disposición de la Iglesia para que se les impartan seminarios a los profesores de religión. Es decir, se ponen recursos públicos al servicio de un más eficaz adoctrinamiento", protestó. El artículo 10 dice, en efecto, que este profesorado puede acudir a los centros "para el desarrollo de los currículos y su renovación y actualización pedagógica".

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